OPINIÓN DEL LECTOR

El himno de Riego

Este es un país donde el temor al ridículo hace cometer grandes ridículos. El caso del himno de Riego en la Copa Davis es un ejemplo. Los representantes gubernamentales se rasgan las vestiduras porque lo conciben como una afrenta al pueblo español. A mí sólo me duele la mala interpretación del trompetista. Lo demás es un error tras 64 años de inexistencia del Estado republicano.

El himno de Riego fue el de España cuando el Estado era una República. Las Cortes rehabilitaron hace tiempo a los presidentes de la República, a los de sus gobiernos y a sus ministros, incorporándolos a ...

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Este es un país donde el temor al ridículo hace cometer grandes ridículos. El caso del himno de Riego en la Copa Davis es un ejemplo. Los representantes gubernamentales se rasgan las vestiduras porque lo conciben como una afrenta al pueblo español. A mí sólo me duele la mala interpretación del trompetista. Lo demás es un error tras 64 años de inexistencia del Estado republicano.

El himno de Riego fue el de España cuando el Estado era una República. Las Cortes rehabilitaron hace tiempo a los presidentes de la República, a los de sus gobiernos y a sus ministros, incorporándolos a la trayectoria de un Estado nacido y evolucionado bajo varias formas. Si se le ha reconocido a Manuel Azaña el rango de jefe de Estado, tildar el himno y la bandera tricolor de la República Española como de los republicanos equivale a calificar la Marcha Real y la bandera rojigualda, de los monárquicos.

La tricolor y el himno de Riego merecen el máximo respeto por parte del Estado como símbolos en desuso o no vigentes de este mismo Estado, ya que es su heredero. Escandalizarse por su uso fortuito es no entender la esencia misma de la Constitución. La vergüenza del secretario de Estado para el Deporte me causa vergüenza y me aleja de los símbolos actuales.

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