Neveras viajeras

Miles de ecuatorianos recibirán este año como regalo de Navidad pequeños o grandes electrodomésticos adquiridos por sus familiares que se hallan en Madrid. En los últimos dos años varias compañías ecuatorianas de electrodomésticos, como Artefacta o Comandato, han abierto tiendas en la región dedicadas a la venta a distancia. La posibilidad de negocio es evidente: en Madrid hay empadronados más de 200.000 ecuatorianos. El inmigrante ve en la delegación madrileña de la empresa el aparato que le interesa, lo compra, a plazos o al contado, y una vez pagado, la filial ecuatoriana se encarga de llev...

Miles de ecuatorianos recibirán este año como regalo de Navidad pequeños o grandes electrodomésticos adquiridos por sus familiares que se hallan en Madrid. En los últimos dos años varias compañías ecuatorianas de electrodomésticos, como Artefacta o Comandato, han abierto tiendas en la región dedicadas a la venta a distancia. La posibilidad de negocio es evidente: en Madrid hay empadronados más de 200.000 ecuatorianos. El inmigrante ve en la delegación madrileña de la empresa el aparato que le interesa, lo compra, a plazos o al contado, y una vez pagado, la filial ecuatoriana se encarga de llevarlo al domicilio de sus parientes en el país andino.

Juana, una ecuatoriana del norte del país, observa atentamente un horno microondas expuesto en el comercio que la compañía Artefacta regenta en Cuatro Caminos. "Me gustaría regalárselo a mis padres, que están allá, aunque también quiero viajar a verles en febrero, y al final son muchos gastos", explica esta mujer de 50 años, que lleva siete en Madrid y que trabaja como comercial de Telefónica.El sistema de envío de electrodomésticos a distancia que han puesto en marcha en Madrid las citadas compañías ecuatorianas ya lleva años funcionando en Estados Unidos, otro de los destinos habituales de la emigración latinoamericana.

"¿Que por qué compramos así en vez de enviar el dinero a nuestras familias y que sean ellas las que adquieran el electrodoméstico? Pues, muy sencillo, porque así nos aseguramos de que el dinero se destina al fin para el que lo hemos enviado; y así mi familia tendrá su nevera", explica Juana. Una amiga que la acompaña asiente a sus palabras. Su hijo compró hace unos meses una nevera para una tía suya por este sistema.

A Juana le acompaña una amiga. Ésta comenta al dependiente que, si le envía el dinero a sus hijos, en vez de adquirir un electrodoméstico del que disfrutará toda la familia, lo probable es que ellos se compren una play station.

Enrique Benetazzo, administrador de Artefacta España, que acaba de abrir otras dos tiendas en Usera y Ciudad Lineal, explica que la clave de estos negocios está en que, con un océano de por medio, al inmigrante le resulta muy difícil asegurarse de que las remesas que envía se destinan al fin previsto. "Por eso prefieren cerrar la compra aquí en vez de mandar el dinero. Además, así ellos eligen directamente el producto que les interesa", añade, y explica que también hay clientes que valoran el factor sorpresa de regalar a sus familiares un electrodoméstico sin que lo esperen.

"A nosotros nos pagan en dólares y pueden abonar el producto al contado o a plazos. Pero el electrodoméstico no se entrega hasta que está abonada la última cuota", apostilla.

Trabajar para ahorrar

Pía Grunauer, directora general de Comandato en Europa, asegura que este tipo de venta tiene muy buena acogida entre los inmigrantes ecuatorianos. Su empresa, que forma parte de una compañía de servicios para inmigrantes latinoamericanos (locales de envío de remesas, locutorios, un restaurante de inminente apertura con comida rápida de todos los países del cono sur...), ha abierto recientemente sucursales en las ciudades de Murcia y Lorca.

A la tienda que regentan desde hace dos años en la zona de Cuzco (Tetuán) está proyectado que se sumen otras seis en diversos puntos de la región (la primera en inaugurarse, en diciembre, será la de Carabanchel). En ellas se paga en euros, no en dólares.

"La mayoría de los ecuatorianos han venido a España a trabajar duro y a ahorrar para mejorar su vida y la de sus familias. Aquí muchos cobran 500 o 600 euros en trabajos por los que en Ecuador no les pagarían más de 100 o 200; es verdad que la vivienda es más cara, pero economizan juntándose varios en un piso. Las condiciones son duras, pero a menudo, no siempre, vienen de vivir en condiciones aún más difíciles", asegura esta mujer nacida en la costa ecuatoriana.

Los artículos estrella de estos establecimientos son las neveras y las cocinas, algunas de ellas mucho más grandes de las que se comercializan en las tiendas españolas. "Es que allí las casas, aunque sean modestas, suelen tener mayor tamaño", explica Grunauer. Pero también venden televisores, equipos de sonido, móviles, planchas, licuadoras... Algunos clientes adquieren esos productos por primera vez en su vida, sobre todo los DVD. Hay marcas internacionales, pero las cocinas y las neveras son, en su mayoría, de producción ecuatoriana. "Nuestros compatriotas saben que en línea blanca la industria ecuatoriana es líder", asegura Benetazzo, nacido en Guayaquil.

Las épocas de más ventas son las navidades y el Día de la Madre. Es ahora cuando estos comercios, que abren todos los días de la semana, están echando el resto insertando publicidad en las revistas y radios más difundidas entre los ecuatorianos. "Nosotros no celebramos el Día del Padre; parece que tiene menos peso su figura", añade este vendedor. Y entre los clientes predominan las mujeres, muchas de ellas empleadas de servicio doméstico.