La primera 'narcosala' del País Vasco para toxicómanos comenzó a funcionar ayer en Bilbao con "discreción"

Bilbao cuenta desde ayer con la primera narcosala o espacio para que los heroinómanos puedan consumir la droga con un riesgo menor sanitario. Médicos del Mundo, la organización que se encarga de su gestión, no quiso facilitar ayer datos del funcionamiento de la sala ni mostrar las instalaciones de la calle Bailen de Bilbao por "discreción", según dijo un portavoz.

Todos los componentes del llamado Comité de Apertura (instituciones, asociaciones de vecinos, colegios profesionales y otras ONG) fueron informados el lunes de la puesta en marcha del servicio, que ha sido criticado por...

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Bilbao cuenta desde ayer con la primera narcosala o espacio para que los heroinómanos puedan consumir la droga con un riesgo menor sanitario. Médicos del Mundo, la organización que se encarga de su gestión, no quiso facilitar ayer datos del funcionamiento de la sala ni mostrar las instalaciones de la calle Bailen de Bilbao por "discreción", según dijo un portavoz.

Todos los componentes del llamado Comité de Apertura (instituciones, asociaciones de vecinos, colegios profesionales y otras ONG) fueron informados el lunes de la puesta en marcha del servicio, que ha sido criticado por vecinos de la zona. Esta iniciativa, fruto de un acuerdo de colaboración entre Médicos del Mundo y el Departamento de Vivienda y Asuntos Sociales, está dirigida a un colectivo de entre 400 y 600 heroinómanos que han fracasado en otros programas de desintoxicación y viven en la marginalidad.

Según explicaron ambas partes con motivo de la firma del convenio, la inciativa, más allá de procurar un espacio de consumo de drogas de manera higiénica, tiene por objetivo lograr la inserción de dicho colectivo en las redes sociales asistenciales y de atención sanitaria. El perfil del potencial usuario del centro responde mayoritariamente a un varón de más de 30 años, sin cualificación profesional, empleo y relaciones familiares, que consume droga hace más de diez años, duerme en la calle, ejerce la mendicidad o la prostitución y no recibe asistencia social y sanitaria.

Muchos de los afectados padece enfermedades como el sida o la hepatitis. Esta sala tiene una superficie de 180 metros cuadrados que será un complemento del centro Hontza de atención nocturna a toxicómanos, que se encuentra en el entorno cercano. Un estudio realizado por el Gobierno vasco sobre 141 toxicómanos establece que el 88% de los encuestados está dispuesto a acudir a narcosalas.

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