Análisis:ESTA SEMANA

En defensa de la Constitución

Las diferencias surgidas entre PSOE e IU por la oposición de esta última a una declaración institucional en el Parlamento Andaluz contra el Plan Ibarretxe vuelve a brindar una nueva ocasión a los socialistas andaluces para marcar distancias con los izquierdistas, precisamente en el momento más oportuno, como es el actual, a las puertas ya de las autonómicas. Manuel Chaves considera imprescindible una reacción desde la comunidad contra una iniciativa que va encaminada a romper el actual equilibrio institucional, y en donde está claro que saldrían perdiendo los más débiles, incluyendo aqu...

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Las diferencias surgidas entre PSOE e IU por la oposición de esta última a una declaración institucional en el Parlamento Andaluz contra el Plan Ibarretxe vuelve a brindar una nueva ocasión a los socialistas andaluces para marcar distancias con los izquierdistas, precisamente en el momento más oportuno, como es el actual, a las puertas ya de las autonómicas. Manuel Chaves considera imprescindible una reacción desde la comunidad contra una iniciativa que va encaminada a romper el actual equilibrio institucional, y en donde está claro que saldrían perdiendo los más débiles, incluyendo aquí a los andaluces. Claro que igual de vigilante deberá estar el presidente de la Junta a los contactos negociadores que establezcan, esta semana, Pascual Maragall (PSC) con Carod-Rovira (ERC), ya que se corre el riesgo de que firmen un pacto de gobierno en Cataluña en busca de una mayor autonomía que consagre un sistema asimétrico, en detrimento, así, de otras comunidades como la andaluza.

El desmarque de los izquierdistas ha impedido de esta forma un pronunciamiento unánime de la Cámara, por lo que será a través de sendas proposiciones no de ley de PSOE y PP como salga adelante el posicionamiento de los distintos grupos políticos andaluces. En todo caso, la refriega ha puesto en evidencia las ganas de los socialistas de evitar cualquier aproximación a la federación de izquierdistas, de ahí las duras descalificaciones vertidas por el portavoz del grupo del PSOE, José Caballos. Otra cosa será cuando las urnas hablen, aunque a tenor de las diferencias internas surgidas en la Federación, tal y como se ha comprobado en Córdoba, puede que lleguen a las elecciones lo suficientemente debilitados como para no contar para nada en un futuro inmediato.

Con todo, en el PSOE sigue sin convencer el furor que demuestran los populares en defensa tanto de una Constitución como de un Estatuto de Autonomía de Andalucía que en su día no llegaron a apoyar expresamente. Pues del desafío que tienen ante sí los socialistas en Cataluña, sin duda que hablará hoy Chaves con el presidente de Castilla-La Mancha, José Bono. El encuentro de estos dos destacados barones del PSOE se produce en la capital andaluza, en donde inaugurarán la sede de la casa regional castellano-manchega. Se trata, en todo caso, de una reunión rodeada de cierto morbo, ante la que está cayendo en el seno del PSOE.

Un difícil reto tiene también por delante el consejero de Agricultura y Pesca, Paulino Plata, quien se reúne en Granada, este martes, con las distintas organizaciones agrarias y con la Federación de Cooperativas para intentar conseguir la unidad de todo el sector en torno a la reforma de la Organización Común de Mercados. El empeño se presenta bien complicado después de que la UPA, situada tradicionalmente muy próxima al PSOE, se haya desligado del acuerdo que cerraron todas las entidades con la Junta, rompiéndose así un frente andaluz que se presenta como la única forma para luchar con eficacia contra unas modificaciones que van a ser especialmente perjudiciales a los agricultores andaluces que suponen, no se olvide, el 80% de la producción nacional.

El ministro de Agricultura y Pesca, Miguel Arias Cañete, se frota las manos, pero su sonrisa puede cambiar si finalmente Plata consigue aunar criterios y se fragua ese necesario bloque unitario. En cambio, otro ministro, como es el caso del de Fomento, Francisco Álvarez Cascos, puede que venga con propuestas de acuerdo y consenso con la Junta. Ya ha anunciado en el Senado su disposición a aceptar la propuesta que envió el Gobierno andaluz para que, entre otros proyectos, colaboren en llevar cuanto antes la alta velocidad ferroviaria a Granada. Sólo falta que se concreten plazos, fechas y presupuesto, pero de cerrarse un entendimiento se daría la paradoja de que, en medio de la confrontación, Cascos, que pasa por ser uno de los duros del Ejecutivo de Aznar, sea capaz de llegar a acuerdos con la Junta.

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