Ayuno cinematográfico
Aunque cine y literatura tienen lenguajes dispares, es inevitable hablar del best seller de Pablo Tusset. Este cronista ha ejercido el proceso contrario al habitual: acercarse a la novela tras ver el filme y no poder creer lo que había visto. Lo mejor que le puede pasar a un cruasán (película), adaptada por Paco Mir, es una comedia de trazo más que grueso, aderezada por una trama de intriga ausente de interés y con una dirección de actores nefasta (Pablo Carbonell se interpreta a sí mismo). Pero sería injusto tomarla con los intérpretes cuando los chistes son tan zafios, las situ...
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Aunque cine y literatura tienen lenguajes dispares, es inevitable hablar del best seller de Pablo Tusset. Este cronista ha ejercido el proceso contrario al habitual: acercarse a la novela tras ver el filme y no poder creer lo que había visto. Lo mejor que le puede pasar a un cruasán (película), adaptada por Paco Mir, es una comedia de trazo más que grueso, aderezada por una trama de intriga ausente de interés y con una dirección de actores nefasta (Pablo Carbonell se interpreta a sí mismo). Pero sería injusto tomarla con los intérpretes cuando los chistes son tan zafios, las situaciones tan grotescas y la realización tan plana. Sorprende la ausencia de gags visuales cuando Mir es un experto. Tras ver la película, ¿es posible olvidarla y disfrutar con un libro donde no hay brillantez literaria y sí un supuesto divertimiento? No.
LO MEJOR QUE LE PUEDE PASAR A UN CRUASÁN
Dirección: Paco Mir. Intérpretes: Pablo Carbonell, Marta Belaustegui, José Coronado. Género: comedia. España, 2003. Duración: 105 minutos.