El Hospital Reina Sofía de Córdoba ha realizado 159 transplantes de pulmón en diez años

La falta de donantes es el mayor obstáculo pese a que España es líder mundial

El Hospital Reina Sofía de Córdoba ha celebrado esta semana el décimo aniversario de su primera intervención de transplante de pulmón. Desde entonces, 159 pacientes han sido intervenidos en el complejo hospitalario cordobés, 25 de ellos infantiles, aspecto en el que fue pionero nacional el Reina Sofía en 1995. Hasta 2000, Córdoba recibió niños de todo el país para someterse a la intervención que proporciona aire a quien le falta por las enfermedades más comunes, enfisemas, fibrosis quística o pulmonar o hipertensión pulmonar.

Diez años después, el director del Programa de Transplantes d...

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El Hospital Reina Sofía de Córdoba ha celebrado esta semana el décimo aniversario de su primera intervención de transplante de pulmón. Desde entonces, 159 pacientes han sido intervenidos en el complejo hospitalario cordobés, 25 de ellos infantiles, aspecto en el que fue pionero nacional el Reina Sofía en 1995. Hasta 2000, Córdoba recibió niños de todo el país para someterse a la intervención que proporciona aire a quien le falta por las enfermedades más comunes, enfisemas, fibrosis quística o pulmonar o hipertensión pulmonar.

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Diez años después, el director del Programa de Transplantes de Pulmón del Reina Sofía, Ángel Salva Tierra, cree que ahora "todo está engranado, la maquinaria funciona mejor y nada se deja al azar". Se refiere el jefe de Cirugía Torácica del Reina Sofía a medio centenar de personas, el equipo que rodea a cada transplante de pulmón: cirujanos torácicos, neumólogos, anestesistas, rehabilitadotes, intensivistas, fisioterapeutas y enfermeros, principalmente.

"Hemos aprendido que las cosas no siempre van como quisiéramos y que un paciente que va bien luego va desastroso y viceversa", explica Salva Tierra. Esta incertidumbre reside en que el pulmón presenta más dificultades que cualquiera de los demás órganos susceptibles de ser transplantados: el corazón, el hígado o el riñón. A pesar de los reveses, la tasa de supervivencia de quienes han pasado por el Reina Sofía supera el 50% en los primeros cinco años, por encima de la mayoría de hospitales que ronda el 40%.

La principal dificultad de esta práctica es que el pulmón aguanta menos que los órganos antes citados una vez que sale del donante. El equipo de investigación del Reina Sofía demostró que el C1 inhibidor, una sustancia natural, incrementa la resistencia del órgano después de salir del donante. "Ahora se usa en todo el mundo", afirma el jefe de Cirugía Torácica, quien muestra más esperanzas en una nueva vía, la antirombina 3. Esta sustancia con características antiinflamatorias, pendiente de ensayos clínicos, parece no afectar tanto al sistema inmunológico como el C1 inhibidor. "La preservación del órgano es el caballo de batalla", incide el director de transplantes.

También es una prioridad el rechazo crónico del órgano, ya que "el agudo se controla relativamente bien", certifica Salva Tierra. Se está a la espera de nuevas soluciones para evitar el implante de células que tratan de evitar el rechazo crónico y que deterioran paulatinamente el órgano, con lo que en muchos casos es preciso un reimplante. El director del Programa de Transplantes de Pulmón reconoce que este campo aún es un "cuarto oscuro". Salva Tierra sostiene que al incidir en una mejor preservación, el injerto funciona mejor a corto y medio plazo, lo que disminuye en número de pacientes con rechazo crónico.

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A pesar de las dificultades que presenta el transplante de pulmón, el jefe de Cirugía Torácica, defiende esta práctica como una "buena solución que devuelve en número muy elevado la esperanza y la calidad de vida" de muchas personas. Por eso, una de sus esperanzas es que el número de donantes crezca. Aunque España está a la cabeza mundial en este apartado, aún hay un porcentaje muy elevado de familias que se niegan. "Es necesario concienciar a las personas de que se gana más donando", apela.

Además, sólo el 10% de los pulmones son aptos para transplantes en comparación con los demás órganos susceptibles. La escasez de pulmones ha provocado que se admitan pulmones de fumadores, aunque los menos deteriorados. La escasez de órganos y los códigos de urgencia, por los que una vida está pendiente de un hilo, hicieron que el Reina Sofía fuera el primer centro sanitario español que ha realizado implantes de lóbulos pulmonares adultos en menores con fibrosis quística.

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