ETA emplaza a sus presos a aguantar y les dice que "la lucha" debe ser "interminable"

La banda terrorista ETA emplaza a sus presos a aguantar, con la consigna de que "su lucha" en las cárceles debe ser "interminable", y aboga por "reunir fuerzas" para dar "una respuesta unificada" que les permita "evitar de nuevo la debilidad de respuestas parciales", según el último boletín interno, el Zutabe número 101, informa Europa Press.

La directriz al denominado frente de makos recae esta vez en un colectivo que atraviesa uno de sus peores momentos, por los golpes policiales y judiciales que ha recibido la banda, y que han supuesto incrementar el número de presos y ...

La banda terrorista ETA emplaza a sus presos a aguantar, con la consigna de que "su lucha" en las cárceles debe ser "interminable", y aboga por "reunir fuerzas" para dar "una respuesta unificada" que les permita "evitar de nuevo la debilidad de respuestas parciales", según el último boletín interno, el Zutabe número 101, informa Europa Press.

La directriz al denominado frente de makos recae esta vez en un colectivo que atraviesa uno de sus peores momentos, por los golpes policiales y judiciales que ha recibido la banda, y que han supuesto incrementar el número de presos y el endurecimiento de las condenas. No obstante, la mayoría de los reclusos son partidarios de la línea dura, y según fuentes consultadas, argumentan que si pudieron superar situaciones críticas, como el asesinato del concejal del PP Miguel Ángel Blanco o el Pacto de Ajuria Enea, también superarán la actual.

A ETA le preocupa la situación de sus presos porque cada vez es peor. Por un lado, disponen de menos recursos, como evidencia la reducción progresiva de la asignación mensual a cada preso a 100 euros, lo que supone un tercio menos de la cantidad que recibía hasta hace apenas unos meses para financiar sus gastos en los centros penitenciarios.

A su vez, sobre los miembros de la banda recaen condenas más largas y aumenta el número de detenidos y encarcelados. ETA teme que el colectivo de presos pueda estallar, quebrar su cohesión interna y derivar en una sucesión de casos de indisciplina.

Por el momento, y según el último boletín interno de ETA, los presos etarras optan por resistir. "Tras finalizar su debate quieren dar a conocer a Euskal Herria las principales consecuencias mostrando firmeza y decisión para continuar en la lucha", según consta en el Zutabe 101. Más aún, agrega que la lucha en las cárceles "es interminable". "También ha llegado la hora de reunir fuerzas y dar una respuesta unificada, evitando, de nuevo, la debilidad de respuestas parciales. Se debe mostrar de nuevo a los enemigos que no agotarán la sed de libertad de Euskal Herria mediante el castigo o el miedo a éste".

El último boletín interno de ETA también hace un repaso de las recientes reformas legales, en especial, sobre el incremento de condenas hasta un máximo de 40 años por delitos de terrorismo, que equipara con "la pena de muerte". "En España, si bien públicamente han dejado a un lado el límite de la pena de muerte, su ley carcelaria, con condenas de hasta 40 años y con multitud de medidas en torno a ella (...) en la práctica aplica desde hace tiempo la pena de muerte".

El boletín dedica otro apartado a la situación del colectivo en Francia. Afirma que "los jueces franceses imponen penas cada vez más duras y arbitrarias a los borrokalaris [luchadores] vascos", añade que "casi son 130" los miembros que componen el colectivo de presos en el país vecino, y reconoce que es "una cifra que no se había conocido nunca".

Precisamente, para reducir la presión del colectivo y mostrar respaldo a los presos, la banda terrorista rompió el pasado septiembre su costumbre de no observar los grados de clasificación penitenciaria y permitió, por primera vez en su historia, que los abogados solicitaran el tercer grado y la libertad condicional para un grupo de casi 100 presos.

La medida fue adoptada por la propia banda, que hasta ahora rechazaba que sus reclusos pidiesen el tercer grado. Con este giro la banda terrorista intenta dar la sensación de que se ocupa de los presos, en un momento especialmente difícil para la moral del colectivo por los éxitos en la lucha antiterrorista y el desmantelamiento de las estructuras políticas y sociales del entorno etarra.