Un general español y militares turcos visitan al fiscal del 'caso Yak-42'

Los restos de un copiloto y de dos pasajeros españoles presentaban idéntico tipo de alcohol

El general Francisco Sánchez Borrallo, observador español en la comisión internacional que investiga el accidente del avión ucranio Yakovlev-42 en el que murieron 62 militares españoles, se entrevistó ayer en Trabzon (norte de Turquía), donde el aparato se estrelló contra una montaña el pasado 26 de mayo, con el fiscal jefe del caso acompañado por militares turcos de alta graduación.

Este general del Ejército del Aire, que fue enviado el pasado martes a Turquía por el ministro de Defensa con carácter urgente, se reunió después con representantes del Ministerio Fiscal en la localidad de ...

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El general Francisco Sánchez Borrallo, observador español en la comisión internacional que investiga el accidente del avión ucranio Yakovlev-42 en el que murieron 62 militares españoles, se entrevistó ayer en Trabzon (norte de Turquía), donde el aparato se estrelló contra una montaña el pasado 26 de mayo, con el fiscal jefe del caso acompañado por militares turcos de alta graduación.

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Este general del Ejército del Aire, que fue enviado el pasado martes a Turquía por el ministro de Defensa con carácter urgente, se reunió después con representantes del Ministerio Fiscal en la localidad de Maçka, a cuyo distrito judicial pertenece el lugar del accidente, acompañado también de jefes militares turcos, como comprobó este enviado especial.

A las 12.30 horas de ayer (una hora menos en la España peninsular) un soldado turco se cuadraba con un taconazo ante el general español a la entrada principal de las oficinas del Gobierno turco en Maçka, donde se agrupan los juzgados, la comisaría y otros servicios de la Administración.

Sánchez Borrallo iba de paisano, igual que su ayudante español, mientras que llevaban uniforme los dos militares turcos de alta graduación que les acompañaban. La dotación de un jeep del Ejército de Tierra turco, integrada por cuatro soldados en traje de campaña, les servía de escolta. Los militares representan un auténtico poder en la sombra en Turquía, tras haber protagonizado tres golpes de Estado en las últimas cuatro décadas.

Saludo y reverencia

Dos funcionarios del Ministerio Fiscal de Maçka -uno de los cuales había remitido a primera hora de la mañana al enviado especial de EL PAÍS a la sede judicial de Trabzon para cualquier información sobre el caso Yak-42- saludaron al general español con un reverencia seguida de una inclinación de cabeza para despedirle. Aunque los militares turcos intentaron evitar cualquier aproximación a Sánchez Borrallo, el general accedió a hacer declaraciones.

"Me encuentro aquí en calidad de vocal de la comisión internacional de investigación. Nos interesaba conocer la información de los médicos sobre los pilotos, que confirman que los análisis de sangre no presentan restos de alcohol por ingerencia", precisó, tras verse sorprendido por la presencia de periodistas españoles . "Lo que ocurra con el resto de la tripulación, como las azafatas, no lo sé", dijo el general, quien viajará próximamente a Ucrania para analizar los resultados de la caja negra del Yak-42.

Sánchez Borrallo se reunió el pasado miércoles en Ankara con el representante turco en la comisión investigadora, Umit Çendek. Tras la reunión, éste rectificó sus declaraciones iniciales, en las que aludía al "posible estado de ebriedad" de un copiloto ucranio, y aseguró que "sólo una azafata y dos soldados españoles presentaban alcoholemia en sangre".

Tras la visita del general español, este enviado especial pudo conversar con el fiscal jefe Burhan Cobanuglu, de quien depende jerárquicamente la instrucción del caso en Maçka. Un periodista de la agencia estatal de noticias Anatolia fue testigo de la presencia de Sánchez Borrallo en la sede de los tribunales de Trabzon. El Gobierno español no ha querido personarse en la causa, al contrario que las familias de las víctimas.

Cobanoglu aseguró que aún no se ha podido establecer la causa del accidente. "La investigación sigue abierta. Hasta finales de año no podremos presentar un informe sobre las causas", puntualizó. El fiscal jefe afirmó que, según los análisis efectuados en Trabzon y Estambul, uno de los copilotos presentaba "trazas de restos de alcohol etílico no ingerido, igual que dos soldados españoles, que tenían el mismo tipo de alcohol procedente probablemente de elementos químicos tras la explosión del aparato".

El general Sánchez Borrallo, a su salida ayer de los juzgados de Maçka.JUAN CARLOS ARCOS (HERALDO DE ARAGÓN)

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