Un 20% de padres quiere cambiar a su hijo del colegio público donde estudia

La satisfacción con la preparación escolar es mayor en los centros privados que en los públicos

Las familias están satisfechas en general con el funcionamiento del centro escolar en el que estudian sus hijos. Un 83% así lo afirma en una encuesta sobre la convivencia en los colegios e institutos encargada por la Fundación Hogar del Empleado. Y los alumnos opinan parecido: el 76% dice sentirse bien y tener amigos en el instituto. Sin embargo, se aprecian algunas diferencias si se mira la titularidad de los centros. En la red pública, un 20% de los padres cambiaría a su hijo de instituto si pudiera, mientras que en la concertada esa cifra se queda en un 10%.

En 1999, el Defensor del ...

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Las familias están satisfechas en general con el funcionamiento del centro escolar en el que estudian sus hijos. Un 83% así lo afirma en una encuesta sobre la convivencia en los colegios e institutos encargada por la Fundación Hogar del Empleado. Y los alumnos opinan parecido: el 76% dice sentirse bien y tener amigos en el instituto. Sin embargo, se aprecian algunas diferencias si se mira la titularidad de los centros. En la red pública, un 20% de los padres cambiaría a su hijo de instituto si pudiera, mientras que en la concertada esa cifra se queda en un 10%.

En 1999, el Defensor del Pueblo elaboró una encuesta sobre violencia escolar en secundaria similar a ésta que ha encargado la Fundación Hogar del Empleado (Fuhem) y, comparadas ambas, no se aprecia deterioro en el clima de convivencia escolar. El trabajo de campo para esta última lo ha elaborado el Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (Idea), dirigido por Álvaro Marchesi. Se ha encuestado a 11.034 alumnos de educación secundaria obligatoria (ESO) en 90 centros distribuidos por varias comunidades y a 7.226 familias.

Las diferencias halladas entre los chicos de primer y segundo ciclo de la ESO son las propias de la edad, que se extiende de 12 a 16 años. Pero entre los centros públicos y concertados sí se aprecian cambios significativos en las respuestas. Por ejemplo, en la preparación que obtienen los alumnos; un 74% de los padres están satisfechos con ella en la concertada frente a un 50% de la pública. Sobre las normas de convivencia en el centro, el 78% de las familias las ve adecuadas en la concertada, una cifra que baja hasta el 69% en la pública.

La relación que mantienen los padres con el colegio arroja otra de las grandes diferencias: en la red privada, el 62% de las familias afirma haber tenido actividades de convivencia en el centro, mientras que sólo puede decir lo mismo en la pública el 37% de los padres. Cuando opinan los alumnos, la distancia entre ambas redes se reduce. El 72,5% de los estudiantes de centros públicos se siente bien en el instituto y lo mismo opina el 76,9% de sus compañeros de la concertada.

El director de la Fuhem, Roberto Rey, explica así el descontento recogido: "La escuela pública carece de medios suficientes y carga con el alumnado más difícil, porque no lo selecciona, algo que sí ocurre en la privada. Cuando el alumnado es igual, las diferencias no existen. En Tres Cantos (Madrid) no hay escuela concertada, y los resultados de esos colegios públicos son idénticos a los que obtienen en los mejores centros concertados".

Rey se muestra convencido de que las quejas en ambas redes educativas suelen ir asociadas al fracaso escolar y cree que deberían mejorar la dirección de los centros públicos y la imagen que venden de sí mismos.

La encuesta se detiene también en los conflictos académicos y sus orígenes. El 49% de los alumnos afirma que les han insultado o criticado sus compañeros; un 22% se siente rechazado, y un 12% dice que ha sido agredido en alguna ocasión. Un 2% de los alumnos reconoce que se ha agredido a profesores a los que también se les falta al respeto (16%) y que algunos alumnos conflictivos impiden el buen desarrollo de la clase (24,5%). Tanto los alumnos como las familias coinciden en que las causas de estos problemas son los alumnos conflictivos y las familias excesivamente permisivas. Un 84% de los alumnos cree que la forma de resolver los conflictos son los castigos, algo, que, según Marchesi, habría que cambiar. Afirma que hacer partícipe al alumno de las normas de imponer el centro ofrecerá garantías para su cumplimiento.

El estudio aborda además las relaciones entre padres e hijos. De los datos cruzados se extraen resultados curiosos. El 79% de los padres afirma que colabora en las tareas escolares de sus hijos, pero sólo un 45,5% de los alumnos les da la razón.

¿Los hijos cuentan a sus padres los problemas? El 51,6% dice que sí y el 82% de los padres cree que sí. "Las familias creen que se produce menos maltrato entre los alumnos del que declaran sus hijos", señala el estudio.

Hay otros conflictos en familia en los que son reseñables las diferencias de género. Cuando se trata de chicos, son los estudios los que generan mayores tensiones en casa (41,9%), mientras que si se habla de chicas los problemas principales los suscitan las tareas domésticas (40,1%).

El consumo de alcohol, tabaco y otras sustancias así como las amistades que frecuentan los alumnos quedan relegados a puestos inferiores. Entre las causas de estos problemas los padres señalan el carácter de los hijos (90%), algo que los propios hijos reconocen (63,7). Pero los hijos también hablan de la escasa tolerancia de sus progenitores (55%), algo que los padres apenas reconocen.

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