La Iglesia chilena retira que el divorcio produzca más hijos drogadictos

Los obispos mantienen su presión publicitaria

El cardenal arzobispo de Santiago de Chile, Francisco Javier Errázuriz, anunció ayer en la televisión pública que la Iglesia retira los anuncios, pagados por los obispos, que esgrimían estadísticas sobre el efecto del divorcio en los hijos. Según esa publicidad, entre los hijos de divorciados hay más potenciales drogadictos y están más expuestos a consumir alcohol y a ser violentos. El cardenal reiteró, no obstante, que la campaña antidivorcio no se suprime, porque contiene muchos elementos de "verdad".

El Parlamento chileno debatirá la semana próxima un proyecto de ley sobre legalizaci...

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El cardenal arzobispo de Santiago de Chile, Francisco Javier Errázuriz, anunció ayer en la televisión pública que la Iglesia retira los anuncios, pagados por los obispos, que esgrimían estadísticas sobre el efecto del divorcio en los hijos. Según esa publicidad, entre los hijos de divorciados hay más potenciales drogadictos y están más expuestos a consumir alcohol y a ser violentos. El cardenal reiteró, no obstante, que la campaña antidivorcio no se suprime, porque contiene muchos elementos de "verdad".

El Parlamento chileno debatirá la semana próxima un proyecto de ley sobre legalización del divorcio. La campaña de la Iglesia, que comenzó la semana pasada, ha suscitado grandes críticas incluso entre sacerdotes, lo que obligó a los obispos a reunirse el pasado martes. El cardenal admitió ayer que la campaña puede ser vista como una "presión" a los parlamentarios, pero que la Iglesia debe proclamar la verdad.

Errázuriz atribuyó la decisión de retirar los anuncios a "un efecto no deseado respecto a jóvenes que eran hijos de matrimonios que se habían separado, y hay que tomar en serio que esos jóvenes se han sentido estigmatizados". Por tanto, dijo, "es mejor que no sigamos publicando esas estadísticas". El cardenal señaló que él no había conocido los anuncios antes de que se emitieran, aunque sí conocía el contenido y apoyó la idea original.

Los anuncios aseguraban además que en Estados Unidos los hogares en los cuales los lazos del matrimonio se han disuelto legalmente son cinco veces más pobres que los demás. Según el responsable de la Vicaría de la Familia -responsable de la campaña-, el diseño publicitario fue elaborado con la colaboración de Peter Fagan, consejero del presidente estadounidense George W. Bush para asuntos familiares.

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