OPINION DEL LECTOR

La teoría del péndulo

Hay una sentencia popular que dice que: "todo lo que entra sale, o viceversa". También está la teoría del péndulo, en lo que se refiere al comportamiento de la gente en materia electoral: "hoy, se posicionan a la izquierda y mañana, el rebote a la derecha es consecutivo, o viceversa". Siguiendo estas reglas empíricas y nada científicas, mi amigo Carlos me comentaba algo respecto a "la telebasura y nuestro presidente interino", según él comenta, este señor serio tiene un dominio sobre el futuro algo desalentador para la izquierda. Se cargó a Almunia, Borrell y esta a punto de hacer lo mismo con...

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Hay una sentencia popular que dice que: "todo lo que entra sale, o viceversa". También está la teoría del péndulo, en lo que se refiere al comportamiento de la gente en materia electoral: "hoy, se posicionan a la izquierda y mañana, el rebote a la derecha es consecutivo, o viceversa". Siguiendo estas reglas empíricas y nada científicas, mi amigo Carlos me comentaba algo respecto a "la telebasura y nuestro presidente interino", según él comenta, este señor serio tiene un dominio sobre el futuro algo desalentador para la izquierda. Se cargó a Almunia, Borrell y esta a punto de hacer lo mismo con Zapatero. ¿Pero esto qué tiene que ver con la telebasura?. Mi amigo me dijo que escuchara con atención, pues todo estaba más que conectado. Este serio señor había fichado a una especialista en pulsar a la opinión pública y la había puesto de ministra de Educación.

Primero, le dijo que moviera un poco el patio universitario, y zarandeara el tema de los profesores, pues tenía que, de alguna manera, propiciar la consolidación y desarrollo, de las universidades privadas. Después le dijo que estableciera una serie de criterios sobre lo que, alegremente, se había transferido de las enseñanzas públicas, con el objeto de controlar el patio histórico e idiomático, y se le ocurrió lo de la Ley de la Calidad de la Enseñanza. Más tarde, y ya con el personal un poco mosqueado, sacó lo de la obligatoriedad de la religión.

No entendía nada, así es que le dije a Carlos que "a cuento de qué venía esto". Me dijo que tuviera paciencia, como el señor presidente la tiene. Así las cosas, este señor serio necesitaba que el patio nacional, sin discriminación alguna, y con el denominador común de los famosos del Hotel Glam, tocaran todo el fondo de la chabacanería que pudiera de tal forma que se hastiara la gente y para eso estaba lo del péndulo y la religión. Si no, a cuento de qué los programas infantiles de la tele han casi desaparecido, y los niños, ahora, aplauden las gracias del Dinio y el Pocholo, como si fueran El correcaminos o Mazinger Z.

Y por aquello del péndulo, ahora la gente quiere que sus hijos dejen de ver a Yolanda Berrocal y se distraigan con la vida ejemplar de San Josemaría.

Espero que mi amigo Carlos se equivoque, pues entiendo que el pueblo no es tan manipulable, si no, que le pregunten al alcalde de Muxía y aquella pertinaz crítica que hizo del vertido del Prestige. Recordando lo que "hoy a la derecha, mañana..."; por allá, por marzo del 2004, veremos si se acerca en algo la sentencia popular y al menos nos libera, aunque sea por cansancio, de la telebasura.

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