Más de 10.000 mayores reciben asistencia domiciliaria en Euskadi

Hay más de 378.000 personas de la tercera edad en el País Vasco. La mayoría de ellas siguen viviendo en sus domicilios (en Guipúzcoa, el 95%), pero más de 10.000 necesitan apoyo externo para su vida cotidiana. El servicio de ayuda a domicilio que prestan los ayuntamientos realiza tareas domésticas, de aseo personal y de compañía a quienes lo necesitan. El Ararteko, en su Informe 2002, recomienda unificar criterios entre territorios en este servicio.

El informe del Ararteko se basa en cuestionarios enviados a 21 poblaciones de Vizcaya, 10 de Álava y 18 de Guipúzcoa. Los datos recopilados...

Hay más de 378.000 personas de la tercera edad en el País Vasco. La mayoría de ellas siguen viviendo en sus domicilios (en Guipúzcoa, el 95%), pero más de 10.000 necesitan apoyo externo para su vida cotidiana. El servicio de ayuda a domicilio que prestan los ayuntamientos realiza tareas domésticas, de aseo personal y de compañía a quienes lo necesitan. El Ararteko, en su Informe 2002, recomienda unificar criterios entre territorios en este servicio.

El informe del Ararteko se basa en cuestionarios enviados a 21 poblaciones de Vizcaya, 10 de Álava y 18 de Guipúzcoa. Los datos recopilados indican que este servicio se presta mayoritariamente a través de empresas subcontratadas por los ayuntamientos. En cuanto a la prestación, el documento señala que "habría que adoptar medidas para homogeneizar la cobertura que se ofrece". En festivos y fines de semana, en algunos casos, se deja de prestar esta ayuda, cosa que el defensor del ciudadano reprueba: "Las ausencias de la persona auxiliar domiciliaria habitual deberían sustituirse en su totalidad". Además, encuentra que "sería deseable una regulación sobre el servicio de asistencia domiciliaria que unificara criterios y estableciera las bases mínimas" que se deberían cumplir en Euskadi. "Hay una absoluta dispersión. Cada Ayuntamiento maneja esta prestación de manera diferente, debido lógicamente a su disponibilidad presupuestaria", apuntan desde la oficina del Ararteko. "Pero pensamos que en las necesidades básicas no se puede estar al albur del calendario laboral".El progresivo aumento de la esperanza de vida y la convicción de que el propio hogar es, en la medida de lo posible, el lugar donde mejor se encuentra uno son los factores que empujan la creciente implantación de la ayuda domiciliaria por parte de los municipios. En el año 2002, y según datos del padrón municipal, vivían en el País Vasco 378.939 personas mayores de 65 años. De ellas, 46.775 residían en Álava, 121.216 en Guipúzcoa y 210.948 en Vizcaya. Además la cantidad de octogenarios, nonagenarios e incluso centenarios aumenta año a año. Hay que reseñar que, entre las tres provincias, había el año pasado más de 38.000 personas mayores de 85 años.

Aproximadamente un 6% de los mayores de 70 años reciben asistencia domiciliaria en Vizcaya, lo que supone casi 9.000 personas. "Este servicio se presta a personas que pueden vivir en su domicilio con apoyo y cubre las necesidades básicas. Para las personas dependientes están las residencias o centros de día. Aunque lo idóneo es que un anciano siga residiendo en su casa", indica un portavoz del Departamento de Acción Social de la Diputación de Vizcaya.

El 17,95% de la población de Guipúzcoa es mayor de 65 años. El número de personas mayores que viven solas representa el 15% de este grupo y se observa un fuerte crecimiento de esta circunstancia, según comenta un portavoz de la Diputación guipuzcoana.

En 2002, en esta provincia se atendió a 4.699 personas mayores en el servicio domiciliario, y han calculado que para 2005 este colectivo habrá crecido hasta albergar a más de 6.200 personas. En Álava, el número de personas atendidas por el servicio de ayuda a domicilio el año pasado fue de 1.300.

Esta prestación abarca tres aspectos fundamentales. Primero, las tareas domésticas, que pueden incluir también la comida. Segundo, la atención personal, aseo y vestido; y tercero, la atención relacional. No obstante, el cuidado de los ancianos recae fundamentalmente en sus familias y en el 95% de los casos en las mujeres.