PRISA asume el control de tres periódicos en Bolivia

El Grupo PRISA, empresa editora de EL PAÍS, ha asumido el control de tres periódicos bolivianos y un canal de televisión tras lograr un cambio accionarial por la vía judicial. Dicho cambio ha sido duramente cuestionado por su ex socio boliviano. El presidente del Grupo Garáfulic anunció ayer en La Paz una "dura batalla legal" contra PRISA (que ostenta el 75% de las acciones de los tres periódicos y la cadena de televisión) tras rechazar la resolución de la subasta notarial celebrada esta semana en Madrid.

El representante del Grupo PRISA en Bolivia, Agustín Sagredo, afirmó que el traba...

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El Grupo PRISA, empresa editora de EL PAÍS, ha asumido el control de tres periódicos bolivianos y un canal de televisión tras lograr un cambio accionarial por la vía judicial. Dicho cambio ha sido duramente cuestionado por su ex socio boliviano. El presidente del Grupo Garáfulic anunció ayer en La Paz una "dura batalla legal" contra PRISA (que ostenta el 75% de las acciones de los tres periódicos y la cadena de televisión) tras rechazar la resolución de la subasta notarial celebrada esta semana en Madrid.

El representante del Grupo PRISA en Bolivia, Agustín Sagredo, afirmó que el trabajo en los medios de comunicación continuará con normalidad, después de que la edición del principal matutino de La Paz, La Razón, llegó con varias horas de retraso a los quioscos por interferencias del saliente socio boliviano.

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El presidente del grupo local, Raúl Garáfulic, intentó tomar el control del medio e incluir en la edición del pasado jueves un aviso sin cumplir ningún requisito administrativo, e intentó utilizar a los trabajadores en su propio provecho, informaron fuentes de La Razón.

Sin embargo, la intransigencia de Garáfulic, que no atendió a las razones expuestas en una prolongada reunión con los dueños del periódico, derivó en la paralización de la rotativa y la presencia de la Policía para proteger las instalaciones. Como consecuencia, la edición se imprimió en otra rotativa y el diario no salió a la calle hasta el mediodía.

"Beneficios personales"

"No puede aceptarse el uso arbitrario de un medio para lograr beneficios personales", señaló Sagredo, que informó de que el trabajo en los medios se cumplirá con toda normalidad, aunque admitió algunas incertidumbres sobre la impresión en las rotativas de La Razón en las próximas horas. Las reuniones entre ambos grupos, a lo largo del jueves, mostraron una y otra vez el temperamento intransigente de Garáfulic, que ha rechazado, por supuestamente ilegal, la subasta notarial celebrada en Madrid, tras la cual sus acciones quedaron en manos del grupo español y de un profesional boliviano de la auditoría y las finanzas.

La medida fue adoptada después de que el grupo Garáfulic incumpliera sus obligaciones, por un total de 11 millones de dólares, ante el Banco de Sabadell, y cuyo garante era PRISA, según fuentes de dicho grupo. PRISA espera el resultado de las acciones judiciales entabladas contra Garáfulic ante la justicia boliviana, que examina una demanda de estafa por desvío de dos millones y medio de dólares, y ante la justicia francesa.

El director de La Razón, Lorenzo Carri, aseguró ayer que "todo el personal está dispuesto a seguir trabajando, porque no hay duda alguna de que el periódico seguirá existiendo más allá de las diferencias coyunturales". Los periodistas expresaron similar voluntad de mantener el diario en la calle.

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