La Ertzaintza localiza una tonelada de hachís tras un accidente

Una operación policial, iniciada a raíz de lo que en principio pudo parecer un accidente de coche más pero que después implicó la intervención incluso de la unidad de artificieros de la Ertzaintza, concluyó con la localización de más de una tonelada de hachís y una pistola cargada en la madrugada del domingo, según una nota difundida por el Departamento de Interior.

Dos personas, los ocupantes del vehículo accidentado, fueron detenidas por un delito contra la salud pública. Una de ellas se encuentra grave y fue ingresada en el Hospital de Cruces a resultas del accidente de tráfico sufri...

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Una operación policial, iniciada a raíz de lo que en principio pudo parecer un accidente de coche más pero que después implicó la intervención incluso de la unidad de artificieros de la Ertzaintza, concluyó con la localización de más de una tonelada de hachís y una pistola cargada en la madrugada del domingo, según una nota difundida por el Departamento de Interior.

Dos personas, los ocupantes del vehículo accidentado, fueron detenidas por un delito contra la salud pública. Una de ellas se encuentra grave y fue ingresada en el Hospital de Cruces a resultas del accidente de tráfico sufrido. La Ertzaintza no facilitó sus identidades, pero señaló que ambos son de nacionalidad francesa.

Las primeras investigaciones indican que la intervención policial abortó un "importante transporte de droga". No se ha precisado, sin embargo, de dónde procedía el cargamento ni a dónde iba a ser trasladado. Los hechos que desembocaron en el descubrimiento de la droga, que oculta en los maleteros de dos vehículos aparcados en el área de servicio de Arrigorriaga e la autopista Bilbao-Zaragoza (A-68), se iniciaron poco antes de la una y media de la madrugada de ayer. Un Volkswagen Golf, de matrícula francesa, que circulaba por la A-68 en dirección Bilbao se salió de la calzada a la altura de Arrankudiaga. Este vehículo era, según la policía, la lanzadera del transporte de hachís. Una de las dos personas que viajaban a bordo sufrió heridas graves y la otra, leves.

Interior no precisa en su nota cómo estableció el vínculo entre el accidente y los coches que ocultaban la droga, abandonados a escasos kilómetros de distancia. Son un Range Rover robado en Madrid y un Citroën C-5 sustraído en Francia, ambos con las matrículas dobladas. Esta circunstancia hizo que se desplazara al lugar la unidad canina y los artificieros de la policía vasca, ante la posibilidad de que los vehículos pertenecieran a ETA, que en el último mes ha colocado cuatro bombas en Vizcaya. Sin embargo, dentro de los coches no había explosivos, sino varios fardos que, según las primeras estimaciones, contienen más de una tonelada de hachís, y una pistola cargada.

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