LA SANIDAD MADRILEÑA, EN HUELGA

"El triunfo de los burócratas"

Diez y media de la mañana. El ambulatorio de la calle del Aguacate (Carabanchel Alto) se convierte pronto en un escaparate de la desesperación de los pacientes ante las largas colas que se forman para pedir cita.

Rafael González Monje, un jubilado del sector aeronáutico, coge todo su enfado y entra en el despacho del centro, buscando alguien a quien cantarle las cuarenta. Cuando sale, cuenta: "Mi madre tenía cita hoy [por ayer] con el otorrino para hacerse una audiometría. Como sabía que había huelga, pregunté si había consulta. No obtuve respuesta. No podía arriesgarme a no venir y per...

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Diez y media de la mañana. El ambulatorio de la calle del Aguacate (Carabanchel Alto) se convierte pronto en un escaparate de la desesperación de los pacientes ante las largas colas que se forman para pedir cita.

Rafael González Monje, un jubilado del sector aeronáutico, coge todo su enfado y entra en el despacho del centro, buscando alguien a quien cantarle las cuarenta. Cuando sale, cuenta: "Mi madre tenía cita hoy [por ayer] con el otorrino para hacerse una audiometría. Como sabía que había huelga, pregunté si había consulta. No obtuve respuesta. No podía arriesgarme a no venir y perder la cita. Pero eso es lo que ha ocurrido al final. El médico no ha venido, pero me han dicho que igual aparece por aquí esta tarde. ¿Qué hacemos, nos vamos?".

Rafael no pone pegas a la huelga, pero las listas de espera le sacan de sus casillas. "Está bien que defiendan sus derechos laborales, que pidan más dinero, y más plantilla... Estoy de acuerdo. Pero los que la pagan son los pacientes, que reciben un trato personal incorrecto. Estoy satisfecho de las prestaciones sanitarias. Los profesionales son excepcionales, pero toda esta burocracia no tiene ningún sentido. Esto es un pitorreo brutal, el triunfo de los burócratas: incompetentes, ineptos y unos maleducados".

Dos horas más tarde, Rafael sigue esperando junto a su madre con el numerito para pedir la vez en la mano.

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