El Koldo Mitxelena recorre los libros de artista desde los sesenta

El centro donostiarra expone los trabajos de autores como Andrés Nagel, Ruscha y Evru

La sala de exposiciones del centro Koldo Mitxelena de San Sebastián ha unido un soporte, el libro de artista, y una idea, el nomadismo, para dar forma y contenido a una exposición que pretende ofrecer una amplia panorámica de los libros de artista desde los años sesenta a la actualidad. La muestra exhibe hasta el 4 de octubre el trabajo de nueve autores, entre los que se encuentran Andrés Nagel, Ed Ruscha y Evru, así como una pieza colectiva.

La exposición, titulada Nómadas y bibliófilos. Concepto y estética en los libros de artista, arranca a principios de los sesenta, pues fue ...

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La sala de exposiciones del centro Koldo Mitxelena de San Sebastián ha unido un soporte, el libro de artista, y una idea, el nomadismo, para dar forma y contenido a una exposición que pretende ofrecer una amplia panorámica de los libros de artista desde los años sesenta a la actualidad. La muestra exhibe hasta el 4 de octubre el trabajo de nueve autores, entre los que se encuentran Andrés Nagel, Ed Ruscha y Evru, así como una pieza colectiva.

La exposición, titulada Nómadas y bibliófilos. Concepto y estética en los libros de artista, arranca a principios de los sesenta, pues fue entonces cuando este soporte adquirió nueva dimensión. Para muchos artistas ligados al arte minimal dejó de ser una opción paralela a su trabajo y se convirtió en una vía más para expresar sus ideas, explicó la comisaria de la muestra, Gloria Picazo.

El artista norteamericano Ed Ruscha fue quien marcó este cambio con la edición, en 1963, del libro Twentysix gasoline stations, que recoge el recorrido entre su residencia y la casa familiar marcando las distintas etapas del viaje mediante las 26 gasolineras en las que se detenía. Esta obra, expuesta en el Koldo Mitxelena, sirve a su vez para introducir la idea de nomadismo, entendida en un sentido amplio.

A partir del libro de artista en las últimas cuatro décadas se relaciona su producción con la necesidad de viajar y hallar nuevas pautas de conocimiento. Los artistas que participan en Nómadas y bibliófilos dan cuenta así de las múltiples opciones presentes en el nomadismo. Mientras Ruscha muestra el deambular por las ciudades, el japonés On Kawara reflexiona sobre el tiempo a través de un viaje mental que se plasma en dos volúmenes que guardan sendas listas de años que suponen 10.000 siglos cada una.

El donostiarra Andrés Nagel exhibe su experiencia de artista-viajero en una serie de obras, unas escultóricos, otras más pictóricas, en los que se acumulan sus experiencias y sensaciones al visitar lugares como Grecia, Nápoles o Berlín. "Los libros te dan una libertad de acción total, porque nunca tienes la sensación de que se van a enseñar", comentó ayer durante la presentación de la exposición.

Ironía

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También están presentes los suizos Peter Fischli y David Weiss, quienes optan por el tono irónico y llevan hasta sus últimas consecuencias los tópicos que acompañan al viajero turista.

Evru, antes de nombre artístico Zush, encara sus libros, surtidos de dibujos, collages y escritos, como "lugares de memoria", donde pueden hallarse tanto elementos que después darán forma a un cuadro como apuntes surgidos tras realizarlo. Evru está muy familiarizado con las nuevas tecnologías, de forma que concibe el CD-Rom como versión actualizada del libro de artista.

La exposición, que recorre las páginas de muchos libros a través de la proyección de vídeos, incluye el concepto de viaje como el desplazamiento que exigen los circuitos de la creación actual. Lo hace a través del fallecido Martin Kippenberger, quien plasmó muchos dibujos sobre papel de carta recogido en los numerosos hoteles en los que se alojó.

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