Cuatro de cada diez niños extranjeros adoptados son chinos

China sigue siendo el principal destino de los madrileños que quieren adoptar a un niño extranjero, por delante de Rusia, Bulgaria, India o Colombia. De los 524 chavales de otros países prohijados en la región en 2002, el 42% procedía de aquel país. Hace un año el gigante asiático limitó las adopciones internacionales, concediéndole sólo 350 a España (52 de ellas a la Comunidad de Madrid), pero esa decisión no afectó a las solicitudes que ya estaban en marcha. Meses después, tras una visita a España, los mandatarios chinos decidieron abrir de nuevo la mano.

Esther Herranz, psicóloga de ...

China sigue siendo el principal destino de los madrileños que quieren adoptar a un niño extranjero, por delante de Rusia, Bulgaria, India o Colombia. De los 524 chavales de otros países prohijados en la región en 2002, el 42% procedía de aquel país. Hace un año el gigante asiático limitó las adopciones internacionales, concediéndole sólo 350 a España (52 de ellas a la Comunidad de Madrid), pero esa decisión no afectó a las solicitudes que ya estaban en marcha. Meses después, tras una visita a España, los mandatarios chinos decidieron abrir de nuevo la mano.

Esther Herranz, psicóloga de la Asociación para el Cuidado de la Infancia (ACI), la agencia madrileña que tramita más adopciones con China, considera que la preferencia de los padres por este país asiático se debe a que "ofrece transparencia y fiabilidad en todo el proceso". "Y, además, facilita el prohijamiento de niñas más pequeñas". La inmensa mayoría de los pequeños de origen chino adoptados son niñas.

Antonio Ferrandis, responsable de adopciones de la Comunidad de Madrid, explica que el Gobierno chino decidió reabrir el cupo de prohijamientos para España -tras limitar temporalmente las solicitudes durante el año pasado- "después de comprobar la profesionalidad que hay en este país para evaluar si un ciudadano es adecuado para adoptar". En la región es el Instituto Madrileño del Menor y la Familia (IMMF) el responsable de acreditar la idoneidad de las personas o parejas que quieren adoptar.

Los adoptantes interesados en China han tenido 12 meses llenos de vicisitudes. Primero por la decisión del Gobierno de ese país de limitar las adopciones internacionales (los efectos se notarán en 2003), y después por la explosión de la neumonía atípica, que cerró las fronteras impidiendo que los padres con un bebé ya asignado pudieran ir a recogerlo. Ferrandis asegura que las consecuencias de la neumonía ya están superadas: "Este fin de semana salen ya los primeros niños con destino a España".

Después de China, los países más solicitados por los adoptantes madrileños son, por este orden, Rusia, Bulgaria, India, Colombia y Ucrania. Las adopciones de niños rumanos están prácticamente paradas hasta que este país apruebe la nueva normativa reguladora, algo que no ocurrirá hasta mediados de 2004. Este año, como consecuencia de las restricciones impuestas por China en 2002, es previsible que Rusia ocupe el primer puesto por número de niños prohijados. En la actualidad este país sólo permite la adopción a través de agencias acreditadas, nunca por libre. Lo mismo ocurre en India.

Hay países como Perú y Ecuador donde, aunque la adopción internacional está abierta, son muy pocos los niños que viajan a hogares extranjeros. "Allí hay muchos más demandantes que niños susceptibles de adopción. Es probable que en zonas remotas del país haya muchos chicos desamparados, pero a esas zonas apenas llegan los organismos estatales encargados de las tutelas", dice Ferrandis. El responsable de adopciones explica que, según los países van despegando económica y socialmente, se reducen las adopciones internacionales, porque son las capas medias autóctonas las que acogen a los niños. "Un caso claro es el de Hungría, donde cada vez hay menos adopciones por parte de parejas extranjeras".

Las que aumentan cada año son las adopciones de pequeños africanos, sobre todo de Madagascar, Mozambique y Etiopía. Sin embargo, los pocos niños que llegan de Marruecos no son adoptados porque lo que permite este país vecino es una especie de acogimiento familiar denominado kafala.

Pero las adopciones de niños del continente africano siguen siendo las más escasas, a pesar de haber sufrido guerras devastadoras. Ferrandis sugiere una explicación: "En esos países suele regir la figura de la familia extensa, que cuidan de los niños si éstos se quedan huérfanos. Además, en las grandes catástrofes que provocan miles de desplazados se deja dos años de moratoria hasta dar a niños en adopción, porque hace falta tiempo para ver si aparecen sus padres. Ese plazo permitió que, por ejemplo, en el genocidio de Ruanda 18.000 pequeños pudiesen volver con su familia".

Las adopciones con Camboya y Guatemala están por ahora cerradas a cal y canto, porque no existen garantías de su transparencia. La Embajada francesa hizo un informe muy negativo sobre casos de tráfico de pequeños en ambos países.