Sobre el Tajamar

En los días pasados, su periódico ha publicado unas declaraciones del señor Antonio Vázquez, secretario de una de las secciones de UGT. Acogiéndome al derecho de réplica, le ruego publique en la misma sección lo siguiente:

Es falso que Tajamar no atiende alumnos con necesidades educativas especiales, pues nunca ha existido ningún problema para admitir inmigrantes. Ya forman parte de Tajamar un buen número, y en este punto la acusación me resulta muy dolorosa pues yo mismo soy inmigrante, hijo de emigrante y fue admitido en Tajamar, y no en centros públicos, cuando no existían normas reg...

En los días pasados, su periódico ha publicado unas declaraciones del señor Antonio Vázquez, secretario de una de las secciones de UGT. Acogiéndome al derecho de réplica, le ruego publique en la misma sección lo siguiente:

Es falso que Tajamar no atiende alumnos con necesidades educativas especiales, pues nunca ha existido ningún problema para admitir inmigrantes. Ya forman parte de Tajamar un buen número, y en este punto la acusación me resulta muy dolorosa pues yo mismo soy inmigrante, hijo de emigrante y fue admitido en Tajamar, y no en centros públicos, cuando no existían normas reguladoras. La función social y educativa de Tajamar, para el que lo conoce, está fuera de toda duda. Los datos y la historia demuestran que esa acusación sólo puede ser fruto del desconocimiento de Tajamar.

En los primeros años de formación, la enseñanza mixta o mal llamada coeducación, no ha demostrado su eficacia frente a la enseñanza separada. Estudios recientes muestran sus ventajas, en estos primeros años de formación y desarrollo físico y psíquico. En esto se puede pensar lo que se quiera, pero sin un estudio científico no se debe imponer el propio criterio al de los demás. "Exigir" que se cumpla lo que uno piensa por encima de los que no piensan como él tiene un nombre que me permito reservar. La realidad de Tajamar avala su función social, y negar esta función es un desconocimiento de los hechos o un perjuicio subjetivo impropio de un organismo sustentado también con dinero público.