El fiscal solicita 15 años a un supuesto terrorista islámico que vivía en Torrent
El fiscal mantuvo ayer, en el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional, su petición de 15 años de prisión para el presunto miembro de la organización terrorista argelina Grupo Islámico Armado (GIA) Ali Aibrahine, domiciliado en Torrent, a quien considera miembro de la infraestructura de esta banda en España. Según el fiscal Pedro Rubira, el acusado formaba parte de un grupo del GIA instalado en España junto a otros seis argelinos que ya fueron condenados por la Audiencia Nacional en junio de 2001 a penas de entre 14 y 16 años de prisión, aunque el Tribunal Supremo rebajó sus condenas a 9...
El fiscal mantuvo ayer, en el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional, su petición de 15 años de prisión para el presunto miembro de la organización terrorista argelina Grupo Islámico Armado (GIA) Ali Aibrahine, domiciliado en Torrent, a quien considera miembro de la infraestructura de esta banda en España. Según el fiscal Pedro Rubira, el acusado formaba parte de un grupo del GIA instalado en España junto a otros seis argelinos que ya fueron condenados por la Audiencia Nacional en junio de 2001 a penas de entre 14 y 16 años de prisión, aunque el Tribunal Supremo rebajó sus condenas a 9 años y 3 meses de cárcel.
El 23 de marzo de 1997, Aibrahine, también conocido como Ryad Hammad, se introdujo supuestamente junto a sus compañeros en el interior de una nave situada en el polígono industrial Nort de Alginet y se apoderó de bienes valorados en 6.605,12 euros, según la Fiscalía. Además, en una vivienda situada en la calle de San Pedro Mártir de Torrent, "que servía, por una parte, como infraestructura a los terroristas del GIA y, por otra, como domicilio de Aibrahine", se encontraron en poder del procesado "efectos sustraídos por otras personas desconocidas, a fin de venderlos a terceras personas y financiar de esta forma al GIA". Esos efectos consistían en pasaportes, cartas de identidad, cartillas militares y permisos de conducir, tarjetas de crédito, munición para diversas armas, ordenadores, impresoras y teléfonos inalámbricos y placas de matrícula.
El acusado negó las imputaciones y aseguró que sólo estuvo de paso en la vivienda en la que, según el fiscal, tenía su domicilio. En su informe final, el fiscal subrayó el "marcado carácter fundamentalista" del GIA y que ha realizado varios atentados en Europa.