Prodi y Solbes niegan su implicación en el fraude de dos directivos de Eurostat

A falta de un año para los comicios europeos, varios eurodiputados comienzan a calentar motores al acusar de connivencia a la Comisión de Prodi y en particular a tres de sus miembros (Neil Kinnock, Pedro Solbes y Michaele Schreyer) en un escándalo de fraude que ha salpicado a los dos principales responsables de la Oficina de Estadística Comunitaria (Eurostat).

Los tres comisarios comparecieron ayer ante la Comisión de Presupuestos (Cocobu) y negaron haber tenido conocimiento de la existencia de irregularidades en Eurostat antes de que la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) ...

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A falta de un año para los comicios europeos, varios eurodiputados comienzan a calentar motores al acusar de connivencia a la Comisión de Prodi y en particular a tres de sus miembros (Neil Kinnock, Pedro Solbes y Michaele Schreyer) en un escándalo de fraude que ha salpicado a los dos principales responsables de la Oficina de Estadística Comunitaria (Eurostat).

Los tres comisarios comparecieron ayer ante la Comisión de Presupuestos (Cocobu) y negaron haber tenido conocimiento de la existencia de irregularidades en Eurostat antes de que la Oficina Europea de Lucha contra el Fraude (OLAF) anunciara en mayo una investigación sobre presunto fraude de 900.000 euros del director general de Eurostat, Yves Franchet, y Daniel Byk, otro alto cargo, ambos franceses.

También el presidente del Colegio de Comisarios, Romano Prodi, desmintió categórico que estuviera previamente al tanto de las irregularidades. Según la OLAF, los dos funcionarios abrieron una cuenta de ahorros en un banco luxemburgués para el ingreso de 900.000 euros desviados de ventas de publicaciones de Planistat, la agencia de representación de Eurostat en Francia. Las autoridades judiciales de Francia y Luxemburgo han abierto su propia encuesta.

Los representantes del Ejecutivo comunitario se han lamentado de la falta de entendimiento entre la Comisión y la OLAF, y algunos de ellos como el español Solbes dijeron haberse enterado por la prensa del caso. A día de hoy los investigadores aún no han interrogado a los dos directivos, que afirman no haberse enriquecido y aseguran que el dinero fue utilizado para pagar sueldos y gastos de comunicación.

Franchet, a punto de jubilarse tras 16 años en el cargo, y Byk han sido trasladados temporalmente a la Dirección General de Servicios Administrativos en espera de que la OLAF haga pública sus conclusiones antes de fin de mes o principios del siguiente. "No hay razón de abrir un expediente disciplinario mientras no existan pruebas", dijo ayer el vicepresidente de la Comisión, el laborista británico Kinnock.

Eurostat depende de la Dirección General de Asuntos Económicos y Monetarios, a las órdenes directas del socialista español Solbes. Las supuestas irregularidades se remontan al periodo 1996-1999, durante el mandato de la Comisión que presidió el democristiano luxemburgués Jacques Santer, que se vio forzado a dimitir en marzo de 1999 por mala gestión de fondos. Por su lado, la verde alemana Schreyer, comisaria de Presupuesto, afirmó que era incierto que Franchet le hubiese alertado. "Nunca me entrevisté con él", afirmó.

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