La candidata del PP propone un comisionado para las listas de espera

Al igual que en el primer debate, Esperanza Aguirre aprovechó para anunciar una sorpresa en su plan para la sanidad: un "alto comisionado" nombrado por la Asamblea que vigile la transparencia de las listas de espera. Hizo esta propuesta para reforzar su promesa de que dimitirá si en dos años no se han reducido las listas de espera para intervenciones quirúrgicas como máximo en 30 días.

Fausto Fernández, de IU, comenzó refiriéndose a la "frivolidad" de Aguirre en el tema de la sanidad: "Nos dijo que sólo se necesitaban camas por comodidad, nos prometió lo de las listas de espera, y lo ha...

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Al igual que en el primer debate, Esperanza Aguirre aprovechó para anunciar una sorpresa en su plan para la sanidad: un "alto comisionado" nombrado por la Asamblea que vigile la transparencia de las listas de espera. Hizo esta propuesta para reforzar su promesa de que dimitirá si en dos años no se han reducido las listas de espera para intervenciones quirúrgicas como máximo en 30 días.

Fausto Fernández, de IU, comenzó refiriéndose a la "frivolidad" de Aguirre en el tema de la sanidad: "Nos dijo que sólo se necesitaban camas por comodidad, nos prometió lo de las listas de espera, y lo ha rematado diciendo que demolerá el [hospital] Doce de Octubre". El aspirante de IU resumió así sus propuestas: "1.300 médicos de cabecera más, asistencia bucodental gratuita hasta los 18 años y 6.000 camas, de ellas 1.500 en hospitales militares".

Simancas consideró la sanidad madrileña "un desastre" y reclamó, como había hecho antes Fernández, renegociar las competencias con el Estado. "Vamos a quitar el impuesto de las gasolinas", prometió.

Aguirre calificó la sanidad como "una prioridad" para su partido, lo que Fernández aprovechó para ironizar: "El PP mostró esa prioridad el 28 de diciembre de 2002, cuando votó contra las partidas presupuestarias para cinco nuevos hospitales".

El debate en Localia lo abrió la inseguridad, "el problema que más preocupa a los ciudadanos", según Fernández. Simancas coincidió con este diagnóstico y culpó al PP de la situación, por "fomentar la seguridad privada, que favorece a un 5% de los ciudadanos".

Contrincantes

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Frente a las acusaciones de sus contrincantes, Aguirre volvió a blandir su proyecto de brigada especial contra la delincuencia, la Bescam, que incluiría a 5.500 policías más. A continuación dijo que "hay que reformar el nuevo Código Penal, porque considera faltas lo que antes eran delitos".

Por ahí llegaron los ataques más duros de Simancas y Fernández, quien recordó a la candidata que la reforma de ese código "es responsabilidad de su partido". Simancas auguró a la Bescam el mismo futuro que a otros planes de seguridad, que "cada vez que se anuncian disminuyen 600 policías y aumentan un 5% los delitos".

El socialista recordó la presentación de un plan el pasado 6 de mayo por el secretario de Estado de Defensa, Ricardo Díaz Moreno, por el que se llevaría todo lo relacionado con la tecnología NBQ (Nuclear, Biológica y Química) al complejo de La Marañosa, en San Marín de la Vega, cerca del parque de ocio de la Warner. "Ahora nos quieren traer la guerra a casa", se quejó Simancas. Aguirre rehuyó esta acusación y mostró un cartel en el que decía que los delitos han descendido, lo que Fernández aprovechó para contraatacar con el mismo argumento que la popular: "Eso es por el vigente Código Penal, en el que son faltas lo que antes eran delitos".

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