Israel lanza una dura operación de castigo contra Gaza

Arafat bloquea la formación del nuevo Gobierno palestino

Cinco palestinos murieron y más de 70 resultaron heridos ayer en la mayor operación de castigo lanzada hasta la fecha por el Ejército israelí contra el campo de refugiados de Rafá, al sur de Gaza. La incursión fue llevada a cabo por más de 40 carros blindados y contó con el apoyo de cinco helicópteros de combate. La nueva espiral de violencia pone en duda la viabilidad del nuevo Gobierno palestino, que ha de ser presentado antes del miércoles, y la publicación del plan de paz elaborado por EE UU, la UE, Rusia y la ONU.

La incursión contra el campo de Rafá, cerca de la frontera con Egipt...

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Cinco palestinos murieron y más de 70 resultaron heridos ayer en la mayor operación de castigo lanzada hasta la fecha por el Ejército israelí contra el campo de refugiados de Rafá, al sur de Gaza. La incursión fue llevada a cabo por más de 40 carros blindados y contó con el apoyo de cinco helicópteros de combate. La nueva espiral de violencia pone en duda la viabilidad del nuevo Gobierno palestino, que ha de ser presentado antes del miércoles, y la publicación del plan de paz elaborado por EE UU, la UE, Rusia y la ONU.

La incursión contra el campo de Rafá, cerca de la frontera con Egipto y donde viven 60.000 refugiados, que incluyó registros casa por casa y la demolición de varias viviendas, fue calificada como un éxito por las autoridades militares israelíes, empeñadas en acabar con el contrabando de armas por parte de grupos fundamentalistas palestinos.

El ataque israelí y el momento elegido para llevarla a cabo indignó a los responsables palestinos. El aún ministro de Administración Local y probable titular de Turismo en el próximo Gobierno, Saeb Erekat, afirmó que la "nueva espiral de violencia sólo tiene un objetivo: sabotear el nombramiento de un nuevo Ejecutivo y la aplicación de la hoja de ruta", en alusión al plan de paz que patrocinan EE UU, Rusia, la Unión Europea y Naciones Unidas.

La formación del nuevo Gobierno palestino pendía ayer de un hilo. El primer ministro Abú Mazén amenazó con dimitir debido a las hasta ahora irreconciliables diferencias que mantiene con el presidente Yasir Arafat para asignar la cartera de Interior. Ambos dirigentes tienen de plazo hasta el miércoles para ponerse de acuerdo.

El nuevo Ejecutivo palestino conllevaría la aplicación de una serie de medidas de confianza por parte del Gobierno israelí, incluida la moderación de las operaciones militares.

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