Deva vende su parte en Metrovacesa a Sacresa y dificulta la OPA de la italiana Caltagirone

La compañía vendedora era partidaria de la oferta de adquisición y la compradora se opone

La batalla por Metrovacesa sigue. Cartera Deva, tercer accionista en importancia de la inmobiliaria, con el 5,2% del capital, ha vendido su participación a Sacresa. Tras la operación, esta inmobiliaria catalana pasa a controlar el 7,7% del capital y puede convertirse en el árbitro de la pugna que libran por Metrovacesa tanto Bami como los grupos italianos Caltagirone y Marchini, que han lanzado una oferta pública de adquisición (OPA) de acciones por el 100% del capital cuyo plazo concluye mañana. Deva era en principio partidaria de los italianos, y Sacresa parece decantarse por Bami.

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La batalla por Metrovacesa sigue. Cartera Deva, tercer accionista en importancia de la inmobiliaria, con el 5,2% del capital, ha vendido su participación a Sacresa. Tras la operación, esta inmobiliaria catalana pasa a controlar el 7,7% del capital y puede convertirse en el árbitro de la pugna que libran por Metrovacesa tanto Bami como los grupos italianos Caltagirone y Marchini, que han lanzado una oferta pública de adquisición (OPA) de acciones por el 100% del capital cuyo plazo concluye mañana. Deva era en principio partidaria de los italianos, y Sacresa parece decantarse por Bami.

La pelea empresarial por hacerse con el control de Metrovacesa está alcanzando unos niveles de intensidad difíciles de superar. Acusaciones cruzadas entre los dos máximos pretendientes (Bami y los grupos italianos Caltagirone y Marchini), un consejo dividido y movimientos masivos de acciones en plena OPA. El último episodio de esa batalla encarnizada lo acaba de protagonizar Cartera Deva, la sociedad que representa el empresario y consejero José Aguinaga, que ha vendido el 5,2% que poseía de Metrovacesa a la inmobiliaria catalana Sacresa.

Según fuentes conocedoras de la operación, la venta se cerró a última hora del pasado viernes, a un precio de en torno a los 26 euros por acción, uno por debajo del precio último ofertado por los grupos italianos de los empresarios Francesco Gaetano (Quarta) y Alfio Marchini (Astrim), y casi el mismo que la cotización que marcaron las acciones el viernes (25,93 euros). De esta forma, el importe total de la transación se acercaría a los 90 millones de euros.

Pero más allá del importe, la operación tienen una enorme trascendencia por el giro que supone en el equilibrio entre los accionistas, partidarios de acudir a la OPA mejorada presentada por los italianos por el 100% del capital a 27 euros por acción, y los que se alinean con Bami, el actual accionista de control de la compañía con el 24,9% del capital, y rechazan la oferta de Caltagirone. Tras esta operación, y cuando mañana vence el plazo para que los accionista decidan si aceptan o no la OPA, las espadas está en todo lo alto. El fondo PGGM, el segundo accionista de Metrovacesa, con el 10,5%, también se ha pronunciado en contra de la OPA. Las posturas más en el aire son las de El Monte, que junto a otros socios posee el 7% tras adquirírselo al fondo de inversión de Abu Dhabi, y la de la propia Sacresa.

Giros bruscos

El empresario José Aguinaga, que se alineó primero con las tesis de Bami, dio posteriormente un giro brusco a su postura y se manifestó en contra de la gestión de Joaquín Rivero, presidente tanto de Bami como de Metrovacesa.

El pasado viernes, y junto con otros tres consejeros, Aguinaga manifestó su intención de acudir a título particular a la OPA mejorada de los grupos italianos, presentada el 17 de marzo, y que elevaba de 25 a 27 euros el precio pagado por acción, y del 75% al 100% el capital a que iba dirigido.

No obstante, Aguinaga, pese a ser consejero en representación de Deva, manifestó su intención de venderle a los italianos sólo su participación del 0,012% como accionista particular. Sin embargo, no se pronunció sobre el 5,2% que posee Deva y que, finalmente, ese mismo día era vendido a un tercero, en este caso, Sacresa.

La posición que vaya a adoptar esta inmobiliaria catalana, que ya poseía un 2,5% del capital adquirido en el mercado, es una incógnita pero en , cualquier caso, no es tan proclive a los italianos como Deva y puede inclinarse por las tesis de Bami, que apuesta por una fusión con Metrovacesa y, promete multiplicar el valor gracias a una gestión eficaz y el conocimiento del sector.

Aguinaga, que había negociado la venta de la participación de Deva con otros grupos, también protagonizó otro incidente al abstenerse en la reunión del consejo en el que se tenían que aprobar las cuentas del ejercicio 2002, aunque luego dio marcha atrás y se ha adherido a la firma de las mismas.

División

El consejo de administración de la inmobiliaria se dividió el mismo viernes ayer sobre la ultima oferta presentada por los grupos italianos Caltagirone y Marchini. Cuatro de los doce consejeros manifestaron su intención de acudir a la OPA, aunque el consejo consideró unánimemente que el precio de 27 euros es "insuficiente". En este clima de división, el consejo optó por dar libertad a los accionistas para acudir o no a la OPA, en vez de rechazarla, como ya hizo en marzo pasado.

El consejo de Metrovacesa dio libertad a los accionistas minoritarios de la compañía para estudiar si acuden o no a la OPA "dependiendo de sus intereses personales", según el documento remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

El consejo de administración se pronunció unánimente el pasado 6 de marzo contra la primera oferta de los italianos, de 25 euros por acción y por el 75% del capital.

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