Columna

Culpables

No hay que darle vueltas: el convencimiento del presidente Aznar de estar en posesión de la verdad es inmutable y los equivocados son los demás, los que están en contra de la guerra: desde el Papa hasta Zapatero y Llamazares, pasando por todos los grupos parlamentarios del Congreso excepto el PP, claro. Una vez más tuvimos ocasión de comprobarlo quienes asistimos el pasado miércoles a su comparecencia en la Cámara Baja. Sigue en sus trece, afirmando que la guerra contra Irak es legal. Los portavoces de los distintos grupos de la oposición, suben a la tribuna y coinciden todos en sus opiniones:...

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No hay que darle vueltas: el convencimiento del presidente Aznar de estar en posesión de la verdad es inmutable y los equivocados son los demás, los que están en contra de la guerra: desde el Papa hasta Zapatero y Llamazares, pasando por todos los grupos parlamentarios del Congreso excepto el PP, claro. Una vez más tuvimos ocasión de comprobarlo quienes asistimos el pasado miércoles a su comparecencia en la Cámara Baja. Sigue en sus trece, afirmando que la guerra contra Irak es legal. Los portavoces de los distintos grupos de la oposición, suben a la tribuna y coinciden todos en sus opiniones: la guerra es ilegal, es inmoral y no debió iniciarse. ¿Cabe imaginar que todos estos políticos están de acuerdo por casualidad o por una intencionalidad convenida de ir conjuntamente en contra del presidente Aznar y su gobierno? Sin duda que no. Pero el presidente Aznar no atiende a sus razones. Él se ha construido un maniqueo al que darle palos y que es el siguiente: ha escogido a Zapatero y Llamazares como responsables de las acciones violentas de los grupos radicales en las manifestaciones y, ¡zas!, a molerlos a palos acusándoles ante la opinión pública de ser causantes de todos los males que pasan en este país. Y tratando de denigrar la figura de Zapatero por ir del brazo de un "comunista" como Llamazares. Esto de querer presentar a los comunistas como los malvados para asustar a la ciudadanía es seguir los métodos del franquismo. (Claro que no es de extrañar, porque de allí proceden una buena parte de los políticos populares. Aznar, desde luego). Lo mismo que satanizar a los nacionalismos. Estos últimos días se han acrecentado esas acusaciones a Zapatero y a Llamazares, presentándoles como responsables, según decía antes, de todos los altercados callejeros. Además de Aznar, el que con más insistencia se dedica a este trabajo es Arenas, el ministro-secretario, el ceño del régimen. Él es quien día sí, día también, aparece en la pantalla para darle su ración de palos a Zapatero y haciéndole responsable de toda la crispación que vive este país. Por lo visto, el culpable de la guerra de Irak y de sus muertos y heridos es el líder socialista. ¡Qué cobardes!

fburguera@inves.es

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