El Senado de EE UU rechaza la perforación de petróleo en Alaska

El Senado de EE UU ha anulado la pieza clave de la política energética de George Bush al rechazar la explotación petrolífera en un santuario natural de Alaska. Pese a la presión del Gobierno republicano, nueve de sus senadores desertaron al bando demócrata, partidario de buscar otras alternativas para el alto consumo nacional de gasolina, 20 millones de barriles diarios. La propuesta contraria al plan gubernamental fue aprobada a última hora del miércoles por 52 votos a 48.

Es la segunda vez que el presidente Bush intenta que el Senado apruebe el uso de las reservas de petróleo d...

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El Senado de EE UU ha anulado la pieza clave de la política energética de George Bush al rechazar la explotación petrolífera en un santuario natural de Alaska. Pese a la presión del Gobierno republicano, nueve de sus senadores desertaron al bando demócrata, partidario de buscar otras alternativas para el alto consumo nacional de gasolina, 20 millones de barriles diarios. La propuesta contraria al plan gubernamental fue aprobada a última hora del miércoles por 52 votos a 48.

Es la segunda vez que el presidente Bush intenta que el Senado apruebe el uso de las reservas de petróleo de Alaska. El año pasado una resolución similar fue derrotada al no lograr los 60 votos necesarios.

El Arctic National Wildlife Refuge, donde se pretendía perforar, es un hábitat natural al noroeste de Alaska de 7,6 millones de hectáreas, donde se refugian 135 especies de pájaros y 45 de mamíferos. Pero está sobre un yacimiento petrolífero capaz de producir entre 6 y 16 millones de barriles diarios, que generarían ganancias de más de 1.000 millones anuales para el Gobierno.

Los partidarios de las prospecciones sostienen que la explotación se concentraría en sólo 800 hectáreas, pero los grupos ecologistas aseguran que afectaría al ecosistema en más de medio millón de hectáreas, habitadas por cientos de osos polares y caribús. Además, dicen, las extracciones sólo producirían combustible suficiente para seis meses.

El consumo de petróleo se ha disparado en las últimas tres décadas en EE UU. En 1970 importaban un 25% y hoy sobrepasa el 60%, fundamentalmente de Arabia Saudí.

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