La Iglesia releva al obispo de Córdoba tras meses de enfrentamiento con el cura Castillejo

La jerarquía eclesiástica decide nombrar a Javier Martínez arzobispo de Granada

El pulso dentro de la Iglesia católica entre el obispo de Córdoba, Javier Martínez, y el presidente de Cajasur, el cura Miguel Castillejo, se ha saldado, de momento, con la victoria del segundo. El Vaticano confirmó ayer el relevo de Martínez como máximo responsable de la diócesis de Córdoba y su ascenso a arzobispo de Granada. Martínez ha sido la única autoridad de la Iglesia que ha censurado, con claridad, la actuación de Castillejo al frente de la caja cordobesa. En una nota pública de diciembre de 2002, Martínez reprochó a Castillejo la "escandalosa" póliza de 2,9 millones de...

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El pulso dentro de la Iglesia católica entre el obispo de Córdoba, Javier Martínez, y el presidente de Cajasur, el cura Miguel Castillejo, se ha saldado, de momento, con la victoria del segundo. El Vaticano confirmó ayer el relevo de Martínez como máximo responsable de la diócesis de Córdoba y su ascenso a arzobispo de Granada. Martínez ha sido la única autoridad de la Iglesia que ha censurado, con claridad, la actuación de Castillejo al frente de la caja cordobesa. En una nota pública de diciembre de 2002, Martínez reprochó a Castillejo la "escandalosa" póliza de 2,9 millones de euros que le garantiza una renta vitalicia cuando se jubile; le acusó de practicar la "intoxicación" de forma permanente y denunció sus "pactos" con el PP.

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La derrota del poder espiritual (el obispo) frente al temporal (Castillejo) se produce justo cuando peor es el escenario para el presidente de Cajasur tras conocerse los resultados de la inspección de la Junta en la caja. Para salir airoso de la crítica situación, Castillejo ha encontrado oxígeno en los dos baluartes en los que lleva tiempo apoyándose: el PP y la Iglesia.

Este respaldo se ha producido en secuencias de 48 horas. El pasado martes se conocieron los detalles de la denuncia de la Junta de Andalucía contra Cajasur ante la Fiscalía Anticorrupción, que recoge hechos como que algunos consejeros de la caja fundada por la Iglesia han cobrado dietas por ir a misa, al cine o a conciertos.

Dos días después, el jueves, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, aprobó los nuevos estatutos de la entidad que le presentó Castillejo. Estos estatutos establecen un aumento del peso de la Iglesia en Cajasur y consolidan la huida parcial de la caja de la tutela de la Junta.

Y otros dos días después, ayer sábado, el Vaticano confirmó el relevo de Martínez como titular de la diócesis de Córdoba y su designación como arzobispo de Granada. Este relevo era una posibilidad que se venía barajando desde hace meses al coincidir dos hechos: el enfrentamiento de Martínez con Castillejo y quedar vacante el arzobispado de Granada tras el nombramiento de Antonio Cañizares como arzobispo de Toledo y primado de España.

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El relevo de Martínez fue comunicado al mediodía por la nunciatura (embajada) del Vaticano en España. Cuando se produjo la guerra pública entre Martínez y Castillejo, en diciembre del año pasado, el presidente de Cajasur se reunió en Madrid con el nuncio del Papa, Manuel Monteiro de Castro, y luego viajó al Vaticano para recabar apoyos.

Silencio de la jerarquía

En estos meses de enfrentamiento con el presidente de Cajasur, la soledad de Martínez dentro de la Iglesia ha sido patente: ningún miembro de la jerarquía eclesiástica española se ha pronunciado públicamente en favor del obispo pese a que Castillejo ha desobedecido órdenes suyas como la de retrasar la aprobación de los nuevos estatutos de la caja. Por contra, Castillejo sí ha contado con respaldos evidentes, como el del arzobispo de Sevilla, Carlos Amigo Vallejo.

El presidente de la Conferencia Episcopal, el cardenal Antonio María Rouco Varela, se limitó a decir que esta polémica era un asunto que incumbía a los obispos del sur, especialmente al de Córdoba, cuya opinión, finalmente, ha sido ignorada. El relevo de Martínez, según las fuentes consultadas, se producirá tras la visita del Papa a España, prevista para el 3 y 4 de mayo.

El obispado de Córdoba remitió ayer a los medios de comunicación unas declaraciones de Javier Martínez sobre su marcha a Granada. En la nota, el obispo dice tener "la certeza" de que su traslado no está relacionado con la crisis vivida en Cajasur y su enfrentamiento abierto con el presidente de la entidad.

Martínez añadió que hacía tiempo que sonaba la posibilidad de un cambio y que su nuevo destino responde a las necesidades de la Iglesia, que en este tipo de decisiones "escucha a muchas personas", puntualizó.

Sobre su relación con Cajasur, Javier Martínez constató que siempre le ha guiado "el bien de todas las personas, la libertad de la Iglesia y la transparencia del ministerio de la Iglesia en el mundo". "Estamos aquí para que Cristo pueda ser reconocido en nosotros. Y para nada más", apuntó el obispo, que dejó un mensaje final muy claro: "El pueblo de Córdoba tiene que poder ver en la Iglesia a Jesucristo, y sólo a Jesucristo, y a los medios humanos sólo y en tanto sirvan para que se pueda reconocer a Jesucristo de una manera más pura, más sencilla, más auténtica. Para nada más".

Por otra parte, Castillejo ha convocado mañana un Consejo de Administración para modificar los nuevos estatutos en los aspectos sugeridos por el Ministerio.

Miguel Castillejo y Javier Martínez, en un acto celebrado en Córdoba.F. J. VARGAS

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