La supervivencia de los niños prematuros con sólo un kilo de peso alcanza el 80%

"En los últimos 10 años hemos asistido a una auténtica revolución en el mundo de los niños prematuros, gracias al uso generalizado de ciertos medicamentos y a los avances conseguidos en las unidades de cuidados intensivos neonatales", afirma José García-Sicilia, del servicio de pediatría del hospital La Paz, de Madrid. Según este especialista, cada año aumenta en España el número de bebés nacidos antes de la 37ª semana de gestación "por los cambios en el estilo de vida de la madre y por las técnicas de reproducción asistida, pues estas últimas han propiciado el incremento de los embarazos múlt...

"En los últimos 10 años hemos asistido a una auténtica revolución en el mundo de los niños prematuros, gracias al uso generalizado de ciertos medicamentos y a los avances conseguidos en las unidades de cuidados intensivos neonatales", afirma José García-Sicilia, del servicio de pediatría del hospital La Paz, de Madrid. Según este especialista, cada año aumenta en España el número de bebés nacidos antes de la 37ª semana de gestación "por los cambios en el estilo de vida de la madre y por las técnicas de reproducción asistida, pues estas últimas han propiciado el incremento de los embarazos múltiples".

El límite de la viabilidad de salvar la vida del bebé se sitúa actualmente en la 23-24 semana gestacional y en los 500 gramos de peso, y los mayores éxitos se están logrando a partir de la 28ª semana gestacional y los 1.000 gramos de peso. En este último caso se están alcanzando tasas de supervivencia próximas al 80% y unas secuelas que no superan el 20%.

"Las unidades neonatales españolas", explica García-Sicilia, "cada vez están más pobladas por niños inmaduros, de muy bajo peso, con un comportamiento normal o fisiológico desconocido y nuestras medidas terapéuticas están más basadas en el puro empirismo que en la evidencia clínica".

Uno de los criterios actualmente más controvertidos, a partir de la observación clínica y de diferentes estudios, es si emprender la vacunación en estos pequeños en virtud de la edad cronológica no corregida, tesis que refrenda la Asociación Americana de Pediatría, una de las instituciones internacionales más reputadas en este campo.

El equipo de García-Sicilia ha desarrollado durante 2000 y 2001 un ensayo clínico en fase III para estudiar la inmunogenicidad (protección) y reactogenicidad (efectos secundarios) de la vacuna hexavalente (difteria, tétanos, tos ferina, Haemophilus influenzae tipo b, hepatitis B y polio) en un grupo de 94 prematuros y 89 nacidos a término.

Este trabajo, hecho público a la comunidad científica hace dos semanas en Madrid con motivo de unas jornadas sobre vacunación, reveló que las tasas de protección fueron superiores al 92% en ambas poblaciones. "Hemos comprobado que la respuesta inmune está más relacionada con la edad gestacional que con el peso del bebé", dice García-Sicilia. "Por tanto, los prematuros deberían ser vacunados en virtud de su edad cronológica no modificada".