Gana la cantera
El Ayuntamiento de Galdames ha aprobado en pleno la modificación de las normas subsidiarias correspondientes a la ampliación de la zona de explotación de la Cantera Galdames II, que se encuentra en dicho municipio. Galdames Bizirik, como coordinadora en defensa del medio ambiente de nuestro pueblo, considera que dicha modificación va en contra de los intereses de los ciudadanos de este municipio y a favor de intereses privados. Estos cambios solo buscan la ampliación de la explotación de la cantera.
Dicha ampliación supone un peligro, al acercarse al núcleo del barrio de La Aceña, tenie...
El Ayuntamiento de Galdames ha aprobado en pleno la modificación de las normas subsidiarias correspondientes a la ampliación de la zona de explotación de la Cantera Galdames II, que se encuentra en dicho municipio. Galdames Bizirik, como coordinadora en defensa del medio ambiente de nuestro pueblo, considera que dicha modificación va en contra de los intereses de los ciudadanos de este municipio y a favor de intereses privados. Estos cambios solo buscan la ampliación de la explotación de la cantera.
Dicha ampliación supone un peligro, al acercarse al núcleo del barrio de La Aceña, teniendo en cuenta que existen precedentes de riesgos de deslizamientos como consecuencia de actividades extractivas. También hay que tener en cuenta que esta cantera está justamente situada junto a la cueva prehistórica de Arenaza, de gran valor histórico. A pesar del alejamiento de la cueva que propone el nuevo proyecto, la distancia sigue siendo insuficiente según la Ley de Patrimonio Cultural Vasco.
La expansión de la zona canterable afecta además a la desaparición de una superficie municipal de gran interés forestal de 124.282 metros cuadrados. También sería degradada una zona de gran valor geológico-cultural, ya que en nuestros montes, la existencia de antiguas explotaciones mineras al paso de los años y con ayuda de la naturaleza, han conformado un paraje singular y podríamos decir único. La Coordinadora Galdames Bizirik ha recogido alrededor de 450 alegaciones a las normas subsidiarias, lo cual demuestra el malestar de los vecinos y su preocupación por la falta de sensibilidad a la hora de tomar decisiones demostrada por el Ayuntamiento
, el cual ha mirado más por los intereses de una entidad privada que por la mejora de las condiciones de vida de los habitantes del municipio.