La Valldigna rechaza la línea eléctrica que autoriza Industria

"Si inician las obras, aquí va a haber una guerra campal". La advertencia la planteaba ayer el alcalde de Simat de la Valldigna, el socialista Vicent Palomar, tras conocer que la Consejería de Industria ha autorizado el último tramo de la línea de alta tensión entre Vilanova de Castelló y Gandia pendiente de aprobación. El trazado en cuestión discurre por la Valldigna, entre los municipios de Simat, Benifairó y Tavernes. En el caso de Simat, la propuesta ratificada por Industria plantea un tramo soterrado por el centro del casco urbano, a menos de cuatro metros de las viviendas.

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"Si inician las obras, aquí va a haber una guerra campal". La advertencia la planteaba ayer el alcalde de Simat de la Valldigna, el socialista Vicent Palomar, tras conocer que la Consejería de Industria ha autorizado el último tramo de la línea de alta tensión entre Vilanova de Castelló y Gandia pendiente de aprobación. El trazado en cuestión discurre por la Valldigna, entre los municipios de Simat, Benifairó y Tavernes. En el caso de Simat, la propuesta ratificada por Industria plantea un tramo soterrado por el centro del casco urbano, a menos de cuatro metros de las viviendas.

Los municipios afectados tildaron ayer de "aberrante" el proyecto aprobado, y anunciaron su intención de agotar la vía administrativa, iniciar movilizaciones cívicas e ir a los tribunales si es necesario para paralizar las obras. Cuentan para ello con un precedente judicial a su favor. La sección tercera del Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Valencia dio la razón al consistorio de Simat en un recurso que presentó contra Iberdrola.

Eugenio Pérez, alcalde de Tavernes de la Valldigna por el PP, mostró también ayer su oposición a la decisión del Consell. Pérez recuerda que la sentencia referente a Simat "deja claro que el proceso realizado hasta ahora en el proyecto de la línea de alta tensión no ha sido correcto". Según el alcalde popular, Iberdrola y el Consell tienen que volver a reiniciar el proceso; presentar un plan especial que contemple las afecciones urbanísticas; y proponer un "proyecto global" de trazado. La autorización de Industria es por tanto para el alcalde "papel mojado". El primer edil de Benifairó, Agustí Pascual, del PSPV, se sumó a las críticas. Pascual anunció su disposición a "agotar las vías administrativas y recurrir a los tribunales" para paralizar las obras. Los tres alcaldes, junto al de Barx, tenían previsto consensuar la tarde de ayer una postura en el pleno de la Mancomunitat de Municipis de la Valldigna.

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