Tocomocho

Es triste que en algunos pueblos de este país, en pleno siglo XXI, se sigan persiguiendo a las personas por sus ideas políticas. El lunes 27 de enero despidieron a un trabajador de La Herradura por presentarse en la lista electoral del PSOE. Es triste y a la vez irónico que quien haya hecho esto sea el señor Juan Mora, cuyas únicas actuaciones en nombre de la independencia hayan sido transformar este bonito pueblo costero en una masa de hormigón, dando licencias urbanísticas a lo loco, que no a lo tonto, sin importarle, ahí no, de qué opción política eran esos señores, y sin solucionar ninguno...

Es triste que en algunos pueblos de este país, en pleno siglo XXI, se sigan persiguiendo a las personas por sus ideas políticas. El lunes 27 de enero despidieron a un trabajador de La Herradura por presentarse en la lista electoral del PSOE. Es triste y a la vez irónico que quien haya hecho esto sea el señor Juan Mora, cuyas únicas actuaciones en nombre de la independencia hayan sido transformar este bonito pueblo costero en una masa de hormigón, dando licencias urbanísticas a lo loco, que no a lo tonto, sin importarle, ahí no, de qué opción política eran esos señores, y sin solucionar ninguno de los muchos problemas que nos afectan diariamente a los ciudadanos de este pueblo.

Tras cuatro años de ausencia del pueblo que él dice defender no le ha importado despedir, en nombre de la independencia, a un trabajador cuyo único delito ha sido trabajar por su pueblo, como tampoco le importa arrastrar el nombre de La Herradura por el lodo de sus presuntas actuaciones corruptas, refugiándose de nuevo en la bandera de la independencia y prostituyéndola en ara de sus intereses personales.

Hemos sido muchos los que hemos perdido la inocencia política, por ello considero que es mi deber moral, como persona que contribuyó a ponerlo donde está, denunciar ante la opinión pública estos hechos.