Un libro recoge el debate intelectual sobre los "espacios comunes" de Iberoamérica

Que los países iberoamericanos tienen una raíz común es una verdad tan antigua como su propia historia. Pero no basta con repetirlo. Hay que dar un paso más, y "repensar Iberoamérica" como una unidad cultural desde la que interaccionen los países de la zona entre ellos y con el resto del mundo globalizado. En esa tarea se han afanado prestigiosos pensadores cuyos debates, celebrados el año pasado en México y Río de Janeiro, cristalizan ahora en un libro, Iberoamérica 2002. Diagnóstico y propuestas para el desarrollo cultural, y en un vídeo que resume aquellas reflexiones. El coordinador...

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Que los países iberoamericanos tienen una raíz común es una verdad tan antigua como su propia historia. Pero no basta con repetirlo. Hay que dar un paso más, y "repensar Iberoamérica" como una unidad cultural desde la que interaccionen los países de la zona entre ellos y con el resto del mundo globalizado. En esa tarea se han afanado prestigiosos pensadores cuyos debates, celebrados el año pasado en México y Río de Janeiro, cristalizan ahora en un libro, Iberoamérica 2002. Diagnóstico y propuestas para el desarrollo cultural, y en un vídeo que resume aquellas reflexiones. El coordinador de esta obra, el filósofo y antropólogo Néstor García Canclini, presentó ayer este trabajo, que tiene pretensión de continuidad, bajo el auspicio de la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI) y de la Editorial Santillana.

Se parte de realidades y se plantean interrogantes. La realidad es que los países iberoamericanos son un mosaico de culturas, de etnias, de costumbres. Pero también es cierto que comparten una única lengua. Y que habrá que buscar los "espacios comunes" desde los que avanzar bajo el marchamo de "lo latinoamericano". "La multiculturalidad", explicó ayer García Canclini, "se ha reconocido formalmente en varios de estos países, pero el relativismo cultural aceptado no es suficiente en una época de globalización". ¿Cómo se trabaja con esa diversidad como algo propio? "Habrá que proteger lo diferente y minoritario" y ése es un camino todavía por construir.

La educación es otro de los capítulos a los que han dedicado sus reflexiones los autores del texto y que plantea otro de los interrogantes: ¿cómo buscar una formación común en un momento de sacralización de lo diverso?

Canclini recordó ayer que el libro no busca recetas, "sino abrir un espacio de debate" en el que se harán notar las limitaciones de partida, "que sólo se superarán si son asumidas por las administraciones culturales y educativas".

El presidente de la Editorial Santillana, Emiliano Martínez, que participó en la presentación del libro junto al secretario general de la OEI para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Francisco Piñón, mostró su satisfacción por la visión "optimista y reconfortante" que se desprende de esta obra.

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