Blair triplica las tasas universitarias y aplaza el pago hasta la licenciatura

El Gobierno resucita el sistema de becas, eliminado en 1998

El Gobierno británico presentó ayer en el Parlamento su polémico plan para aumentar las tasas que pagan los estudiantes universitarios. La presión popular y las disensiones en el Gabinete han dejado a medias la revolución que patrocinaba el primer ministro Tony Blair. Finalmente las tasas se multiplicarán casi por tres, pero los alumnos no deberán iniciar el pago hasta que estén licenciados y trabajando. El Gobierno volverá a introducir el sistema de becas, eliminado en 1998.

Los universitarios pagan hoy unas tasas de 1.100 libras (1.650 euros) al año, que sólo cubren la cuarta parte de...

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El Gobierno británico presentó ayer en el Parlamento su polémico plan para aumentar las tasas que pagan los estudiantes universitarios. La presión popular y las disensiones en el Gabinete han dejado a medias la revolución que patrocinaba el primer ministro Tony Blair. Finalmente las tasas se multiplicarán casi por tres, pero los alumnos no deberán iniciar el pago hasta que estén licenciados y trabajando. El Gobierno volverá a introducir el sistema de becas, eliminado en 1998.

Los universitarios pagan hoy unas tasas de 1.100 libras (1.650 euros) al año, que sólo cubren la cuarta parte de los gastos que generan. La nueva ley propone que las tasas pasen 0a ser de 4.500 euros desde 2006. Pero el pago no deberá ser inmediato, sino cuando los alumnos estén licenciados y trabajando: pagarán un impuesto del 9% sobre todos los ingresos superiores a 22.500 euros anuales.

El ministro de Educación,Charles Clarke, reconoció ayer que algunos universitarios pueden salir debiendo 22.500 euros (el domingo citó la cifra de 32.240 euros, pero sus ayudantes explicaron ayer que sería en el caso extremo de un alumno rico y sin ayuda pública), y los sindicatos estudiantiles creen que esa deuda puede alcanzar las 45.000 euros.

El Gobierno quiere que en 2010 el porcentaje de estudiantes que acceden a la universidad pase de 35% al 50%, pero no quiere aumentar el gasto público. La primera solución acariciada fue la liberalizar totalmente las tasas en las universidades que cumplieran ciertos ratios de eficiencia, investigación y presencia de alumnos de las clases populares. Es la fórmula defendida por el Imperial College, que pretendía cobrar tasas de 25.500 euros al año.

Pero esas ideas generaron una tormenta de críticas y la oposición del ministro del Tesoro, Gordon Brown. Tras un importante rifirrafe en el gabinete, Clarke presentó ayer una propuesta de liberalización más modesta, pero aún muy polémica, porque casi triplica las tasas. Las tasas se liberalizan, pero hasta 2010 tendrán un tope de 4.500 euros anuales.

La reforma se basa en la teoría de que los jóvenes licenciados obtienen trabajos mejor remunerados que los universitarios, lo que les permitirá ir devolviendo la deuda.

Estudiantes y enseñantes sí celebraron la decisión del Gobierno de recuperar el sistema de becas, sustituido en 1998 por de préstamos a los alumnos más humildes, aunque pusieron en duda las previsiones del Ejecutivo de que un 30% del alumnado con ingresos familiares anuales inferiores a 15.000 euros recibirán la beca anual de 1.650. El sistema de becas se empezará a aplicar ya el año que viene.

El Estado pondrá algo más que becas. El gasto en educación universitaria aumentará un 6% anual entre 2003 y 2010, hasta los 15.000 millones de euros. Las ayudas para los estudiantes con menos recursos pasarán de 2.400 millones de euros a 3.000 hasta 2006. El gasto en investigación, de 2.800 millones a 3.920. El dinero líquido para enseñantes, de 5.800 a 7.500 millones. Y, con bastante más modestia, los fondos para ampliar el acceso de la clase obrera a la universidad pasarán de 129 millones a 198.

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