Uno de cada tres alumnos españoles se muestra contrario a la inmigración

Un informe del Defensor constata la concentración de extranjeros en los colegios públicos

El 36,5% de los alumnos españoles de 10 a 16 años se manifiesta contrario al fenómeno de la inmigración, y un 17% de los colegios que escolarizan a un buen número de niños inmigrantes no dispone de un plan específico para atender las carencias educativas que se derivan de esta circunstancia. Estos datos se encuentran en el último informe elaborado por la oficina del Defensor del Pueblo, que se presentará íntegro en febrero. El documento constata que la mayoría de estos chicos están escolarizados en centros públicos, a pesar de que los concertados tienen un régimen de admisión similar.

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El 36,5% de los alumnos españoles de 10 a 16 años se manifiesta contrario al fenómeno de la inmigración, y un 17% de los colegios que escolarizan a un buen número de niños inmigrantes no dispone de un plan específico para atender las carencias educativas que se derivan de esta circunstancia. Estos datos se encuentran en el último informe elaborado por la oficina del Defensor del Pueblo, que se presentará íntegro en febrero. El documento constata que la mayoría de estos chicos están escolarizados en centros públicos, a pesar de que los concertados tienen un régimen de admisión similar.

El informe, algunos de cuyos datos adelantó ayer el adjunto del Defensor Manuel Aguilar en unas jornadas de la Fundación Telefónica, se ha redactado a partir de encuestas en 181 centros de educación primaria y secundaria, públicos y concertados de las comunidades con mayor presencia de inmigrantes: Madrid, Cataluña, Andalucía, Valencia y Murcia. Respondieron 1.270 alumnos inmigrantes y 10.936 autóctonos, compañeros de clase de los primeros.

A ambos grupos se les ha preguntado por el fenómeno de la inmigración, frente al que "un más que significativo 36,5% de los alumnos autóctonos se manifiesta contrario". De ellos, un 9% se muestra abiertamente en contra y considera que cada uno debe permanecer en su país de origen. El restante 27% aceptaría que los inmigrantes vinieran a condición de que no restar puestos de trabajo a los españoles.

El estudio, que ha contado con la colaboración de UNICEF y del Instituto de Evaluación y Asesoramiento Educativo (Idea), revela que los alumnos varones son más críticos con la inmigración y que los estudiantes de la comunidad andaluza son los más favorables y sensibles a dicho fenómeno.

El informe pone de manifiesto que las expectativas académicas de los alumnos inmigrantes son similares a las de los autóctonos: alrededor del 60% piensa hacer estudios universitarios. Pero los padres de los alumnos inmigrantes sí tienen mayores expectativas académicas para sus hijos que el resto.

Entre los centros escolares hay también algunas diferencias. El informe confirma, una vez más, que la mayoría de los inmigrantes se escolariza en colegios públicos. En algunos de ellos se produce una alta concentración de alumnos extranjeros sin que se acompañe de un incremento de los medios específicos precisos, especialmente personales.

Ante estas quejas, comprobadas por el Defensor, éste exige a la administración que dote a estos centros de todos los medios necesarios para hacer posible la integración escolar de estos alumnos y su plena progresión académica. Incluso en la educación infantil, etapa que no es obligatoria, se pide que se "garantice un número de plazas suficientes para asegurar la demanda de escolarización".

El alumnado inmigrante crece en España en progresión geométrica. En 1992 estos chicos representaban el 0,5% del total de los estudiantes de primaria y secundaria, el 0,8% en 1996 y el 2,2% el curso en que se elaboró este informe, 2000/2001.

A pesar de ello y de la concentración de inmigrantes que se registra en algunos colegios públicos, el Defensor del Pueblo destaca que un 17% de los centros en los que este alumnado supera el 30% del total no tiene planes específicos para atender las necesidades educativas que de ello se derivan. Y eso a pesar de que muchos de esos niños tienen problemas con el idioma y parten de una formación académica que arrastra las carencias de sus países de origen.

La concentración de inmigrantes en un solo colegio no gusta a los padres de alumnos españoles, que se muestran más satisfechos si los extranjeros no superan el 10% del total de niños escolarizados.

Si estas cifras se mantienen bajo control tampoco los maestros ven con malos ojos la presencia de inmigrantes, pero sus opiniones cambian cuando se supera el 30% de alumnos inmigrantes en un centro. Porque la mayoría de los profesores no está satisfecha con la ayuda que reciben de la administración para atender a estos niños, según el informe.

El curso 2000/2001, la mayor parte de estos alumnos procedía de América Latina y el Caribe, seguidos por los países norteafricanos.

Imagen de archivo de una guardería-taller infantil de Cruz Roja en Móstoles (Madrid).SANTI BURGOS

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