El Gobierno italiano ofrece diálogo y mejoras a los musulmanes

El ministro italiano del Interior, Giuseppe Pisanu, ofreció ayer diálogo y posibilidad de mejoras a la comunidad musulmana asentada en el país (respeto a sus costumbres alimentarias y espacio propio en los cementerios) a cambio de que acepten "nuestras leyes y nuestros valores". La oferta de Pisanu, en una entrevista al diario romano La Repubblica, lleva unida una amenaza concreta a los sectores extremistas, a los que "responderemos con rigor y determinación".

La oferta de diálogo nacional no será fácil de concretar, ya que, como reconoce el propio Pisanu, una de las característi...

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El ministro italiano del Interior, Giuseppe Pisanu, ofreció ayer diálogo y posibilidad de mejoras a la comunidad musulmana asentada en el país (respeto a sus costumbres alimentarias y espacio propio en los cementerios) a cambio de que acepten "nuestras leyes y nuestros valores". La oferta de Pisanu, en una entrevista al diario romano La Repubblica, lleva unida una amenaza concreta a los sectores extremistas, a los que "responderemos con rigor y determinación".

La oferta de diálogo nacional no será fácil de concretar, ya que, como reconoce el propio Pisanu, una de las características de la comunidad musulmana en Italia es su diversidad y su falta de estructura jeráquica interna. Para Pisanu, en estos momentos residen en el país en torno a un millón de musulmanes sin un organismo representativo unitario, divididos en no menos de siete asociaciones islámicas.

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El número total de musulmanes es inferior al de otros países europeos, pero aumenta con rapidez, ya que un 37% de los inmigrantes que llegan a Italia son de religión islámica. El ministro del Interior pretende responder con su llamamiento a la creciente preocupación de la sociedad italiana ante una comunidad culturalmente muy distinta, poco integrada y sobre la que ha caído la sombra de la sospecha tras los atentados del 11-S. Pisanu reconoce que es una comunidad de "reciente formación" y casi desconocida, "de la que se alzan voces y propuestas contradictorias, unas constructivas, otras amenazadoras y provocadoras". El ministro considera necesario, no obstante, actuar frente a los que agitan el espectro de una "reconquista" de Europa por el islam, que utilizaría a los inmigrantes como "soldados" de choque, convencido de que el pánico es mal consejero. La primera iniciativa es abrir un diálogo constructivo con los líderes de esta comunidad.

Pisanu niega que Italia piense importar el "modelo francés", porque la comunidad musulmana italiana es "mucho más joven, multiforme y, precisamente por esto, menos gobernable". Los intentos de crear un Consejo Islámico italiano ha fracasado, "como han fracasado iniciativas similares en el Reino Unido, España y Bélgica", precisa el ministro.

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