La oportunidad

Nunca como ahora se le ha presentado al Gobierno la oportunidad de resolver de un plumazo los grandes frentes que mantiene abiertos con Andalucía como son la reforma del subsidio agrario y las transferencias pendientes, así como las diferencias en materia de financiación. En esta semana se cumple el plazo dado por el Ejecutivo para dar cuenta de su respuesta definitiva. En lo que se refiere al subsidio, en estos días se ha de remitir a UGT y CCOO la propuesta que el Ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana les hizo de forma verbal, y que, en principio, fue bien vista, incluso, por los presidente...

Nunca como ahora se le ha presentado al Gobierno la oportunidad de resolver de un plumazo los grandes frentes que mantiene abiertos con Andalucía como son la reforma del subsidio agrario y las transferencias pendientes, así como las diferencias en materia de financiación. En esta semana se cumple el plazo dado por el Ejecutivo para dar cuenta de su respuesta definitiva. En lo que se refiere al subsidio, en estos días se ha de remitir a UGT y CCOO la propuesta que el Ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana les hizo de forma verbal, y que, en principio, fue bien vista, incluso, por los presidentes autonómicos de Andalucía y Extremadura, aunque no por los propios sindicatos que no observan nada nuevo en dicha oferta.

Se trata de un asunto en el que quien más claro ha hablado hasta ahora, en la órbita gubernamental, ni siquiera ha sido Zaplana sino el que llaman los sindicalistas, "el halcón" Rodrigo Rato, vicepresidente y ministro de Economía. En sus intervenciones, en las que se viene ya abiertamente postulando como candidato a suceder a José María Aznar, gusta de tocar este asunto para mostrar un perfil duro frente a las reclamaciones sociales, tratando así de conformar a sus defraudados votantes que han visto cómo en esto de la reforma laboral, el PP no ha sido capaz de mantener un criterio coherente. Así que las ganas de Zaplana de ponerse una "medalla" y resolver el problema, que absurdamente se ha enquistado, a pesar del bajo coste económico que le supone a las arcas del Estado, se van a ver frenadas por la irrupción de un Rato metido de lleno ya en la carrera sucesoria, y sin que ni siquiera los "extenuados" esfuerzos derrochados por su compañero de gabinete, Javier Arenas, puedan hacer algo más. Es el momento, por tanto, de preguntarse cuál es la capacidad de interlocución que puedan tener tanto Zaplana como el mismo Arenas ante los sindicatos y la Junta de Andalucía, dado que los "denodados" intentos realizados hasta ahora no han conducido a nada positivo.

Tampoco debemos esperar los andaluces algo concreto del desarrollo de la Convención Nacional del PP que se celebrará el fin de semana. De este encuentro, sobre el que seguirá gravitando el debate en torno a la sucesión de Aznar, los andaluces, debemos aguardar, no obstante, con interés la intervención de la presidenta regional del PP, Teófila Martínez quien defenderá una propuesta sobre la inmigración. De modo que la "mancha de mora", con otra se quita. Después del feo que hiciera al partido Manuel Pimentel, desmarcándose de su Gobierno, a consecuencia de sus discrepancias con la política que se estaba siguiendo en materia de inmigración, qué mejor que salga de las mismas mismas filas del PP andaluz, con el que el ex ministro parece ya poco identificado, unas nuevas directrices de la mano de una Martínez que desconocemos si ha consultado para elaborar el texto al alcalde de El Ejido, Juan Enciso.