Los editores confían en modificar las orientaciones de la Acadèmia

Una comisión mixta intentará superar las diferencias

La Associació d'Editors del País Valencià confía en que la comisión paritaria acordada el martes con la Acadèmia Valenciana de la Llengua sirva para corregir y modificar las orientaciones lingüísticas formuladas por la institución. Los profesionales del sector del libro insisten en expresar su preocupación por que esas sugerencias se instrumentalicen a modo de censura por parte de la Generalitat.

Un día después de la intensa reunión entre los representantes de los editores y de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, ambas partes ratificaron ayer su propósito de intentar buscar puntos de ...

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La Associació d'Editors del País Valencià confía en que la comisión paritaria acordada el martes con la Acadèmia Valenciana de la Llengua sirva para corregir y modificar las orientaciones lingüísticas formuladas por la institución. Los profesionales del sector del libro insisten en expresar su preocupación por que esas sugerencias se instrumentalicen a modo de censura por parte de la Generalitat.

Un día después de la intensa reunión entre los representantes de los editores y de la Acadèmia Valenciana de la Llengua, ambas partes ratificaron ayer su propósito de intentar buscar puntos de encuentro sobre un documento cuya oportunidad también es objeto de polémica. Pero a nadie se le escapa la rotundidad del análisis con el que los editores respondieron al documento de sugerencias lingüísticas para la enseñanza no universitaria de la Acadèmia. Además de pedir su retirada por "inconsistencia pedagógica" se subrayaba que el documento "conduce necesariamente a reforzar el papel censor de la Administración".

Los editores insistieron ayer en que las recomendaciones de no usar aquest hasta segundo ciclo de ESO, por ejemplo, podría convertirse en intrumento de censura o autocensura, tras la supresión del decreto de homologación por parte de la Ley Orgánica de Calidad de la enseñanza, que viene funcionando como mecanismo de censura de los libros de texto. Desde este sector se recordaba el uso restrictivo que ha impuesto la Generalitat de la normativa aprobada por la Acadèmia, que admite, por ejemplo, tanto este como aquest, al tiempo que incidía en que el sector productivo que más ha contribudio a fijar la lengua y la normativa es el de la edición.

Las orientaciones de la Acadèmia han encontrado una fuerte oposición en los editores, paradójicamente los principales destinatorios de un acuerdo que podría suponer, además, otra retirada de las últimas ediciones de libros de texto, tras la modificación de contenidos curriculares dictada por la Consejería de Cultura y Eduación, con los perjuicios económicos consecuentes para un tejido industrial formado por empresas de pequeño y mediano tamaño.

En la respuesta de los editores se apuntaba que las orientaciones incluso podrían contravenir la Llei d'Ús i Ensenyament en relación al exigido dominio lingüístico completo de las lenguas oficiales.

Las sugerencias de la Académia también han provocado una división en su seno, dentro del grupo llamado unitarista (que apoya la tesis académica de la unidad del valenciano y catalán), si bien algunas fuentes apuntan que se trata de unas diferencias de carácter sobre todo procedimental.

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Desde la Acadèmia se ha señalado como "desproporcionado y falto de argumentos" el rechazo de los editores y se asegura la buena disposición a debatir e introducir modificaciones a la cuestión en la comisión mixta, además de destacar el clima de consenso. Los editores confían en que la citada comisión sirva para superar diferencias.

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