OPINIÓN DEL LECTOR

Escuela concertada con dinero público

Las escuelas concertadas son negocios privados con financiación pública. La Generalitat promueve la recolocación de profesores de escuelas concertadas en crisis en otras también concertadas, asumiendo su coste. Hasta aquí, muy bien. Pero no tan bien cuando poco después, en estas escuelas se rescinden contratos a otros profesores de plantilla. Si éstos no están en pago delegado de la Generalitat, la escuela se ahorra todo su sueldo, y si lo están, son substituidos por otros que no lo están, y en ambos casos se deja de pagar a profesores. Esto lleva a que para ahorrarse además el pago de trienio...

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Las escuelas concertadas son negocios privados con financiación pública. La Generalitat promueve la recolocación de profesores de escuelas concertadas en crisis en otras también concertadas, asumiendo su coste. Hasta aquí, muy bien. Pero no tan bien cuando poco después, en estas escuelas se rescinden contratos a otros profesores de plantilla. Si éstos no están en pago delegado de la Generalitat, la escuela se ahorra todo su sueldo, y si lo están, son substituidos por otros que no lo están, y en ambos casos se deja de pagar a profesores. Esto lleva a que para ahorrarse además el pago de trienios, se despida a los de más antigüedad.

Es lo que ha sucedido precisamente este año en la escuela concertada Garbí de Esplugues de Llobregat. Dos profesoras con 20 y 25 años de antigüedad han sido despedidas porque: "el seminario se encuentra sobredimensionado", cuando hace sólo dos cursos se contrató a dos profesores recolocados precisamente en estos seminarios, que naturalmente siguen en la escuela.

Es inadmisible que la Administración no controle esta paradoja: "desnudar a un santo para vestir a otro".

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