El número de bandas organizadas aumenta un 50% entre 1999 y 2001, según la Guardia Civil

El territorio valenciano alberga 108 grupos sobre un total de 486 censados en toda España

El último censo de bandas de delincuencia organizadas de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en 2001 detectó un aumento del 50% de los grupos delictivos que operaban en la Comunidad Valenciana respecto a 1999, cuando se elaboró el estudio anterior. En toda España, el aumento de bandas organizadas en el mismo periodo fue de un 30%. Sobre 486 bandas identificadas por la Guardia Civil en todo el Estado en 2001, 108 operaban en territorio valenciano, el mismo año en que dos de las provincias con mayor crecimiento en los índices de criminalidad fueron Alicante y Valencia.

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El último censo de bandas de delincuencia organizadas de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil en 2001 detectó un aumento del 50% de los grupos delictivos que operaban en la Comunidad Valenciana respecto a 1999, cuando se elaboró el estudio anterior. En toda España, el aumento de bandas organizadas en el mismo periodo fue de un 30%. Sobre 486 bandas identificadas por la Guardia Civil en todo el Estado en 2001, 108 operaban en territorio valenciano, el mismo año en que dos de las provincias con mayor crecimiento en los índices de criminalidad fueron Alicante y Valencia.

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Una banda organizada se define como un grupo de más de 10 personas con capacidad financiera para operar de forma coordinada y acometer delitos a través de estrategias conjuntas. Una característica de las bandas es disponer de patrimonio suficiente para desarrollar actividades delictivas de cierta complejidad.

El espectacular crecimiento del número de bandas censadas registrado entre 1999 y 2001 en territorio valenciano coincide con un alza desproporcionada de los índices de criminalidad, muy por encima de la media estatal.

En 2001, se registró una medio de 48,8 delitos por cada mil habitantes en el conjunto de España. Es decir, cinco de cada cien españoles fueron víctimas de un delito. Los índices crecieron una media del 10% respecto al año anterior. Pero en la Comunidad Valenciana el número de delitos se disparó cerca de un 25%, según datos del Ministerio del Interior entregados al Congreso.

La Comunidad Valenciana es el territorio en el que mayor número de municipios, 159 en 2001, arrojaban un índice de criminalidad superior a la media española. Alicante, Valencia y Madrid comparten el número de municipios donde los índices de criminalidad superan la media: 49. Los datos del Ministerio del Interior evitan mencionar la proporción de la desviación respecto a la media. En todos esos municipios, más de cinco vecinos por cada mil habitantes fueron víctimas de un delito.

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La provincia de Alicante albergaba en 2001 el mayor número de bandas organizadas en suelo valenciano. 56 según el censo de la Guardia Civil. Dos años antes, un informe homogéneo detectó 39 grupos en Alicante.

En paralelo, los 5.629 robos en viviendas particulares denunciados en la provincia de Alicante durante 2001 superaban con creces las formuladas en toda Cataluña a lo largo del mismo periodo.

La Guardia Civil identificó 26 bandas operativas en Valencia en 2001, las mismas que fueron censadas en Castellón el mismo año. En apenas dos años, tanto en Valencia como en Castellón, se había detectado 17 bandas en cada provincia.

En paralelo, en Valencia se denunciaron 4.379 robos en viviendas durante 2001. En Castellón, 1.087.

La mayor parte de las redes de delicuencia detectadas por la Guardia Civil en 2001 se dedican al tráfico de drogas, fraude, estafa, tráfico de seres humanos y delitos contra la propiedad. Lo habitual es que los grupos de delincuentes organizados combinen varias actividades ilegales de forma simultánea.

El informe de la Unidad Central Operativa subraya el carácter violento de las redes organizadas de delicuentes en tres vertientes. La Guardia Civil distingue la violencia ejercida en el seno de la propia banda para mantener la cohesión y evitar fugas de información de parte de algún activista; los casos de agresiones entre miembros de bandas rivales para mantener la primacía en determinados territorios; y, finalmente, la "especial violencia" que aplican los delicuentes organizados cuando ejecutan delitos contra la propiedad o la seguridad de las personas.

Según el estudio, la mayoría de las redes que delinquen de forma coordinada tienen una composición mixta en cuanto a la procedencia de sus integrantes. El 55% de las bandas están formadas por españoles y extranjeros. Los grupos constituidos exclusivamente por españoles representan el 18% del total. Mientras que las redes que sólo agrupan extranjeros se elevan al 26% de las detectadas por la Guardia Civil.

Las proyecciones de futuro contenidas en el mismo trabajo no invitan al optimismo. Según la Guardia Civil, el crimen organizado crecerá "tanto en cantidad como en sofisticación" durante los próximos años. Al tiempo que las bandas dejarán de ser "organizaciones rígidas y monolíticas" para convertirse en "redes más pequeñas, flexibles y adaptables" mucho más escurridizas y difíciles de identificar.

El informe también apunta dos razones que explican la creciente proliferación de las bandas de delincuentes organizados. En primer lugar, señala la facilidad que tienen las redes de delincuentes para integrar nuevos componentes y renovar los integrantes que hayan resultado detenidos. En segundo lugar, subraya que identificar a los máximos responsables de cada grupo resulta prácticamente imposible porque sus subordinados no suelen conocerles personalmente.

Una reciente redada policial en el Barrio del Carmen de Valencia.SANTIAGO CARREGUÍ

Relevos y falta de competencias

El notable aumento de los índices de criminalidad registrados en la Comunidad Valenciana durante los últimos años coincide con tres relevos consecutivos al frente de la Delegación de Gobierno, la institución responsable de la coordinación de los grupos y fuerzas de seguridad del Estado. Carmen Mas relevó a Carlos González Cepeda en mayo de 2000. Francisco Camps, actual candidato del PP a la presidencia de la Generalitat, ocupó el cargo en abril de 2002 y lo entregó a Juan Cotino, hasta entonces director general de la Policía, en septiembre pasado, después de escasos cinco meses al frente de la institución.Cada uno de los responsables de la seguridad en territorio valenciano ha tropezado con problemas similares, esencialmente la escasa dotación policial, apenas 0,7 agentes por cada mil habitantes, una de las más bajas de España. El PSPV ha reiterado la necesidad de elaborar planes de seguridad de ámbito autonómico que pasan por aumentar la dotación de la Policía Autonómica, fomentar la coordinación entre los cuerpos policiales o establecer comisarías en todas las localidades de más de 30.000 habitantes o en zonas portuarias.Tales propuestas se acumulan entre los cientos de iniciativas parlamentarias que nunca llegarán a debatirse en la presente legislatura. "La excusa es siempre la misma", apunta Josefa Andrés, diputada socialista, "como no tenemos competencias...".La densidad de la población en las localidades de la costa, el número de núcleos urbanos de tamaño medio o la cantidad de segundas residencias que permanecen vacías durante largos meses del año son otras razones que convierten el territorio valenciano en terreno abonado para los delincuentes organizados.

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