Washington afirma que no negociará bajo amenazas

George Bush seguía ayer desde su rancho de Crawford (Tejas) la evolución de la situación en Corea del Norte, en contacto directo con Condoleeza Rice, su consejera de Seguridad Nacional, reunida con su equipo en la Casa Blanca. Un comunicado oficial emitido en Tejas instó a Pyongyang a renunciar a su actual estrategia y aseguró que Washington no va a negociar en respuesta a las amenazas.

Una portavoz del presidente, Calire Buchan, pidió a Corea del Norte que cumpla con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y desmantele su programa de armas nucleares de forma verificable...

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George Bush seguía ayer desde su rancho de Crawford (Tejas) la evolución de la situación en Corea del Norte, en contacto directo con Condoleeza Rice, su consejera de Seguridad Nacional, reunida con su equipo en la Casa Blanca. Un comunicado oficial emitido en Tejas instó a Pyongyang a renunciar a su actual estrategia y aseguró que Washington no va a negociar en respuesta a las amenazas.

Una portavoz del presidente, Calire Buchan, pidió a Corea del Norte que cumpla con el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA) y desmantele su programa de armas nucleares de forma verificable. Buchan reiteró la decisión de la Casa Blanca de buscar una salida pacífica a la crisis, que no pasa por "negociar en respuesta a amenazas o promesas rotas". La Casa Blanca ya adelantó a principios de semana que no tiene planes bélicos para hacer frente a la situación, a pesar de que Donald Rumsfeld, el jefe del Pentágono, asegurara que EE UU está capacitado para actuar en dos frentes.

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Richard Lugar, que presidirá el comité de Relaciones Exteriores del Senado en el nuevo Congreso, ha pedido la máxima contención y advertido de las consecuencias devastadoras para Corea del Sur de lo que pudiera ser una respuesta de Corea del Norte a un posible ataque norteamericano.

Washington busca definir una estrategia frente a Pyongyang con los países de la zona. Colin Powell intenta por todos los medios mantener un frente unido y en los últimos días se ha entrevistado con sus homólogos de Rusia, China, Japón, Corea del Sur, Reino Unido y Francia. Moscú es la capital que hasta ahora se ha mostrado más comprensiva con Corea del Norte, al considerar su reacción como una respuesta lógica a su inclusión en el eje del mal de Bush, junto a Irak e Irán. Es probable que la semana entrante el Departamento de Estado envíe un emisario a Seúl.

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