Arte cinético

Las siete unidades del tranvía de Bilbao servirán de soporte a obras de otros tantos creadores

El 18 de diciembre, Bilbao recuperará el tranvía. El primer tramo de la línea unirá Atxuri y Abandoibarra con un medio de transporte que servirá de soporte a siete obras creadas por otros tantos artistas para ser paseadas por la ciudad. Las siete creaciones, reproducidas gracias a un sistema informático sobre paneles vinílicos de grandes dimensiones, serán colocadas en el exterior de cada una de las siete unidades del tranvía. "Aportan siete vivencias de Bilbao", aseguró ayer al presen...

Las siete unidades del tranvía de Bilbao servirán de soporte a obras de otros tantos creadores

El 18 de diciembre, Bilbao recuperará el tranvía. El primer tramo de la línea unirá Atxuri y Abandoibarra con un medio de transporte que servirá de soporte a siete obras creadas por otros tantos artistas para ser paseadas por la ciudad. Las siete creaciones, reproducidas gracias a un sistema informático sobre paneles vinílicos de grandes dimensiones, serán colocadas en el exterior de cada una de las siete unidades del tranvía. "Aportan siete vivencias de Bilbao", aseguró ayer al presentarlas el consejero de Transportes, Álvaro Amann.

Txema García Amiano, responsable de la imagen y el interiorismo del tranvía, planteó la intervención y seleccionó a artistas que abarcan la pintura, la ilustración, la moda y la fotografía.

Sobre el fuelle central que une los vagones se colocarán las obras, de más de tres metros de largo, mostrando a los viandantes un dibujo de Juan Carlos Eguillor inspirado por "el ritmo de la lluvia y la ciudad", una pintura de Jesús Mari Lazkano que reproduce la escultura de Francisco Durrio en homenaje a Arriaga en un "paseo simbólico del músico por un Bilbao que nunca pudo imaginar" o un mural con los característicos muñecos de Miriam Ocariz. Los otros cuatro artistas son José Luis Zumeta, Andoni Euba, Eduardo Sourrouille y Fermín Moreno.

Las siete obras tendrán una vida de seis meses a bordo, pero no desapareceran. Euskotran ha acordado ceder los originales al Museo de Bellas Artes de Bilbao, donde pueden verse desde ayer.