OPINIÓN DEL LECTOR

Una policía sorda

Vivo en un barrio de Sevilla (Pío XII) en el que todos los sábados y domingos, a eso de las cuatro de la tarde, tenemos que soportar a un individuo que, a pleno decibelio, nos anuncia la venta ambulante de pasteles. Eso parece ser que contraviene las ordenanzas municipales, atentando contra la salud pública. Pese al estruendo, la Policía Local no ha oído nada.

Cada fin de semana, marco pacientemente el 092 para denunciar los hechos. El teléfono suena y suena sin que nadie lo atienda. Muchas veces se corta la llamada transcurrido un buen lapso de tiempo. Insisto y marco de nuevo. A vece...

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Vivo en un barrio de Sevilla (Pío XII) en el que todos los sábados y domingos, a eso de las cuatro de la tarde, tenemos que soportar a un individuo que, a pleno decibelio, nos anuncia la venta ambulante de pasteles. Eso parece ser que contraviene las ordenanzas municipales, atentando contra la salud pública. Pese al estruendo, la Policía Local no ha oído nada.

Cada fin de semana, marco pacientemente el 092 para denunciar los hechos. El teléfono suena y suena sin que nadie lo atienda. Muchas veces se corta la llamada transcurrido un buen lapso de tiempo. Insisto y marco de nuevo. A veces la comunicación se ha llegado a cortar hasta tres veces. Sin duda, la Policía Local de Sevilla tampoco oye el teléfono de urgencias.

Sin duda, lo que ocurre es que la plantilla de la policía tiene alguna deficiencia auditiva severa. No puede ser otra cosa, ya que ahora recuerdo que cuando la Cumbre europea alguien les destrozó la totalidad de su parque móvil sin que los tres policías de guardia en las cocheras del cuerpo oyeran nada.

Creo que el señor Monteseirín debería replantearse su intención de contratar a un "superintendente". Lo que sin duda necesita la Policía Local de Sevilla es un otorrinolaringólogo (además de alguien que los dirija).

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