OPINIÓN DEL LECTOR

Obras molestas

Quiero denunciar en esta sección los sufrimientos y engaños que estamos padeciendo un grupo de vecinos de la calle del General Díaz Porlier. Desde este verano tenemos la oportunidad de compartir comunidad de vecinos con AFAL, Asociación de Familiares de Enfermos de Alzehimer, que se ubicó en el local sótano de la finca.

Al poco de llegar, comenzaron unas obras que aparentaban ser un simple acondicionamiento del local, pero que poco a poco se han convertido en una pesadilla para nosotros.

Nos alertaron los ruidos insoportables y los temblores en el edificio. Nos dimos cuenta de qu...

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Quiero denunciar en esta sección los sufrimientos y engaños que estamos padeciendo un grupo de vecinos de la calle del General Díaz Porlier. Desde este verano tenemos la oportunidad de compartir comunidad de vecinos con AFAL, Asociación de Familiares de Enfermos de Alzehimer, que se ubicó en el local sótano de la finca.

Al poco de llegar, comenzaron unas obras que aparentaban ser un simple acondicionamiento del local, pero que poco a poco se han convertido en una pesadilla para nosotros.

Nos alertaron los ruidos insoportables y los temblores en el edificio. Nos dimos cuenta de que se estaban perforando los muros de carga y se empezaron a incorporar grandes aparatos de aire acondicionado.

Alarmados por lo que se estaba haciendo, convocamos una junta de vecinos.

Lo que hizo AFAL fue enviarnos una carta en la que se decía: "Por desgracia, hemos sido denunciados por algunos de los vecinos de esta comunidad; cierto es que vivimos en un país libre y que cada uno es muy libre de sus actos, pero no es menos cierto que dicha denuncia implica una carencia total y absoluta sensibilidad frente a un colectivo de enfermos y de solidaridad para todos nosotros".

Reconocemos que los fines de la asociación son dignos de elogio y nos parece bien que cuenten con el apoyo de tan relevantes personalidades, pero nosotros sólo queremos saber por qué se están haciendo unas obras que nos parecen ilegales.

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De hecho, lo primero que comprobamos fue que carecían de permiso de obras.

Por eso la comunidad de vecinosa decidió, en pleno derecho, que no autorizaba las citadas perforaciones ni el enorme sistema de aire acondicionado que atravesaba toda la parte baja del sótano.

Sin embargo, AFAL ha decidido que esto no le importaba, y ha continuado con la obra. Hemos solicitado su paralización ante la Junta de Distrito y se decretó la paralización con fecha 30 de octubre. Pero la obra ha continuado.

Nosotros lo único que queremos es que no se perforen los muros de carga de nuestro sótano ni que se instalen enormes aparatos de aire acondicionado en él. Queremos saber qué actividades van a hacer en ese local porque probablemente no cumplirán con las normas básicas de seguridad.-

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