Condenado a 26 años de cárcel el acusado de violar y matar a una limpiadora en un bar

La Audiencia alavesa ha condenado a 26 años y seis meses de prisión a Guillermo Fernández Bueno, acusado de violar y asesinar en una cafetería de Vitoria a una empleada de la limpieza el 14 de diciembre de 2000. El acusado, de 25 años, ya cumplía una condena de nueve años de cárcel por otra agresión sexual cometida un mes antes.

La sentencia, que considera que Fernández Bueno actuó con una "violencia inusitada", indica que la empleada, Ana Rosa Aguirrezabal, murió asfixiada al echársele encima el procesado y presionarle tanto el tórax y el abdomen como el cuello mientras le penetraba...

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La Audiencia alavesa ha condenado a 26 años y seis meses de prisión a Guillermo Fernández Bueno, acusado de violar y asesinar en una cafetería de Vitoria a una empleada de la limpieza el 14 de diciembre de 2000. El acusado, de 25 años, ya cumplía una condena de nueve años de cárcel por otra agresión sexual cometida un mes antes.

La sentencia, que considera que Fernández Bueno actuó con una "violencia inusitada", indica que la empleada, Ana Rosa Aguirrezabal, murió asfixiada al echársele encima el procesado y presionarle tanto el tórax y el abdomen como el cuello mientras le penetraba analmente. Cuando ya había fallecido, el condenado le cortó el cuello con un cuchillo de dientes de sierra.

El fallo recupera la primera declaración autoinculpatoria del procesado, en la que incluso llegó a realizar un croquis del local, la cafetería Acua, y de sus movimientos dentro, y rechaza su posterior "laguna de memoria" durante el juicio. Además de subrayar las pruebas halladas por los investigadores en su contra, la Audiencia desautoriza también que el encausado hubiese sido coaccionado por la policía como dijo ante el tribunal.

La lista de pruebas en su contra es rotunda: siete huellas de una zapatilla de deportes de su propiedad fueron halladas en el local, recién fregado antes del crimen; sus huellas dactilares manchadas de sangre se encontraron en la barra del bar y en una cazadora del acusado se detectaron restos de sangre de la mujer.

Tras rechazar que el acusado actuase bajo los efectos de las drogas o el alcohol, la sentencia califica a Fernández Bueno como un "delincuente peligroso" con "rasgos antisociales y agresivo-sádicos" propios de un psicópata. El fallo destaca el ánimo de acabar con la vida de la mujer y la existencia de alevosía.

Frente a los 30 y 32 años de prisión que reclamaban respectivamente el fiscal y la familia de la joven fallecida, la Audiencia aplica las penas en un grado medio y condena al acusado a 17 años y seis meses por el asesinato y nueve años más por la agresión sexual y a pagar una indemnización de 135.000 euros.

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