La NASA y la ESA 'cazaron' Leónidas desde dos aviones
Para evitar la capa de nubes, que estropeó el gran espectáculo de las Leónidas a quienes madrugaron el martes en España para ver la tormenta de estrellas fugaces, científicos de la NASA y de la Agencia Europea del Espacio (ESA) utilizaron dos aviones que, partiendo de Madrid, cruzaron el Atlántico hasta Nebraska (EEUU) en un vuelo de nueve horas observando el fenómeno celeste y tomando datos de la intensidad de la lluvia de meteoros.
Los dos aviones, con 40 científicos a bordo, incluidos españoles, despegaron de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) en la madrugada del martes con ...
Para evitar la capa de nubes, que estropeó el gran espectáculo de las Leónidas a quienes madrugaron el martes en España para ver la tormenta de estrellas fugaces, científicos de la NASA y de la Agencia Europea del Espacio (ESA) utilizaron dos aviones que, partiendo de Madrid, cruzaron el Atlántico hasta Nebraska (EEUU) en un vuelo de nueve horas observando el fenómeno celeste y tomando datos de la intensidad de la lluvia de meteoros.
Los dos aviones, con 40 científicos a bordo, incluidos españoles, despegaron de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid) en la madrugada del martes con cámaras para hacer el recuento de los destellos debidos a la combustión -al entrar en la atmósfera terrestre- de partículas de polvo del cometa Temple Tuttle.
Las Leónidas se producen todos los años a mediados de noviembre, igual que las Perseidas en verano, cuando la Tierra atraviesa zonas del espacio llenas de polvo. Como la distribución de esas nubes de polvo no es uniforme, algunos años la intensidad de la lluvia de meteoros es menor (si el planeta cruza regiones menos polvorientas) y en otras es mayor, como el año pasado y éste.
Esta información no sólo tiene interés científico, explicó en la base de Torrejón Jehn Reudiger, de la ESA, sino que también es útil para la operación de los satélites espaciales, informa Efe. Para evitar problemas que pudieran generar estas partículas cometarias, agregó, la mayoría de los instrumentos de los observatorios científicos en órbita se mantienen apagados durante la lluvia de meteoros.
Pero la caza pormenorizada de estrellas fugaces no se limita al vuelo de aviones. Otro equipo de la ESA aprovechó las excelentes condiciones del Observatorio de Pico Veleta (Granada) para estudiar el fenómeno desde el día 13 al 21, con el pico de actividad en la madrugada del 19. Las Leónidas entran en la atmósfera terrestre a una velocidad de unos 70 kilómetros por hora.