Revisión del caso Granado-Delgado

Hará pronto 40 años, dos jóvenes libertarios, Francisco Granado y Joaquín Delgado, fueron ejecutados a garrote vil en Carabanchel. Estaban acusados de haber colocado las bombas que estallaron el 29 de julio de 1963 en la Delegación Nacional de Sindicatos y en la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol de Madrid. Entre su detención y su ajusticiamiento pasaron tan sólo 17 días y un proceso que con los años se ha demostrado falaz, ya que otros dos anarquistas, Sergio Hernández y Antonio Martín Bellido, confesaron su autoría años después en un documental realizado por Lala Gomà y Xav...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Hará pronto 40 años, dos jóvenes libertarios, Francisco Granado y Joaquín Delgado, fueron ejecutados a garrote vil en Carabanchel. Estaban acusados de haber colocado las bombas que estallaron el 29 de julio de 1963 en la Delegación Nacional de Sindicatos y en la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol de Madrid. Entre su detención y su ajusticiamiento pasaron tan sólo 17 días y un proceso que con los años se ha demostrado falaz, ya que otros dos anarquistas, Sergio Hernández y Antonio Martín Bellido, confesaron su autoría años después en un documental realizado por Lala Gomà y Xavier Muntanyà y emitido en 1996 en la cadena Arte, en Francia, y más tarde, en 1997, por Televisión Española.

Más información

La brevedad del proceso y de su estancia en la cárcel -la normativa española establece en tres años el mínimo de permanencia en prisión para obtener indemnizaciones, y la del Gobierno de la Comunidad de Madrid, donde fueron ajusticiados, en un año- ha comportado que sus familiares no hayan podido obtener todavía una reparación moral y económica.

Tampoco han conseguido, por el momento, que el Tribunal Constitucional (TC) se pronuncie sobre el recurso de amparo que presentaron en 1999 después de que la Sala de lo Militar del Tribunal Supremo denegara la revisión del proceso a los dos hombres, conocidos como los Sacco y Vanzetti españoles. Con el objetivo de dar a conocer el caso y presionar tanto a los grupos parlamentarios del Congreso de los Diputados como al TC, un grupo de personas encabezado por el histórico Octavio Alberola, de 74 años, han impulsado una campaña de movilización que les está llevando de punta a punta del país con el apoyo del sindicato CGT. Alberola era el coordinador de los grupos de acción y propaganda del libertario Defensa Interior (DI) y, por tanto, el jefe de Granado y Delgado.

En la sede barcelonesa de CGT, Alberola recordaba ayer que las iniciativas parlamentarias para resolver definitivamente los casos pendientes de represaliados por el franquismo 'están paralizadas'. La última, una proposición no de ley presentada por el PSOE en febrero de 2002, contó con el apoyo de todos los grupos parlamentarios excepto el del PP.

Alberola desgranó, paso por paso, lo que pasó en el verano de 1963 en Madrid. Granado se había desplazado a la ciudad para participar 'en una segunda tentativa de atentado contra Franco'. Pasó un mes y medio a la espera del momento oportuno, custodiando una maleta con los explosivos. Después de numerosas vicisitudes -Franco se marchó de vacaciones hacia Galicia antes de que se pudiera llevar a cabo el atentado-, se envió a Delgado para que avisara a Granado y le ayudara en la retirada. Fue el momento en que se produjeron las explosiones en la Puerta del Sol, lo cual desencadenó la detención de los dos libertarios, que acabarían ajusticiados. Con ellos encontraron los explosivos con que pensaban asesinar a Franco. Un alto mando del Ejército reconoció en el documental de Gomà y Muntanyà que 'no importaba quiénes fueran los culpables'; Alberola recordó: 'Sirvieron como escarmiento contra los grupos libertarios'.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En