Asesinado a tiros un diplomático de EE UU en la capital de Jordania

La Casa Blanca cree que el crimen tiene motivos políticos

Un diplomático estadounidense fue asesinado a tiros ayer frente a su casa en el centro de Ammán. La víctima, Lawrence Foley, era empleado de la Agencia de EE UU para el Desarrollo Internacional (USAID), la organización responsable de la ayuda humanitaria. El atentado, del que nadie reclamó la autoría, coincide con un momento crucial e inquietante para Jordania, mientras crece imparable entre la población un sentimiento de animadversión hacia los norteamericanos, como consecuencia de sus amenazas contra el vecino Irak.

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Un diplomático estadounidense fue asesinado a tiros ayer frente a su casa en el centro de Ammán. La víctima, Lawrence Foley, era empleado de la Agencia de EE UU para el Desarrollo Internacional (USAID), la organización responsable de la ayuda humanitaria. El atentado, del que nadie reclamó la autoría, coincide con un momento crucial e inquietante para Jordania, mientras crece imparable entre la población un sentimiento de animadversión hacia los norteamericanos, como consecuencia de sus amenazas contra el vecino Irak.

Un desconocido con el rostro cubierto, empuñando una pistola dotada de silenciador, efectuó ocho disparos a bocajarro sobre el diplomatico, uno de los más veteranos de la Embajada de Estados Unidos en Ammán, Lawrence Foley, de 62 años. Luego el autor de los disparos se fue del lugar caminando. El atentado se produjo en la puerta de la casa de Foley, mientras éste se disponía a entrar en su vehículo, un Mercedes 300 de color rojo, para ir a trabajar.

El cuerpo fue descubierto por su esposa en el suelo, junto al coche, en medio de un charco de sangre. Los médicos, que no pudieron salvar su vida, dijeron que la mayoría de las ocho balas le alcanzaron en la cabeza. Ni los vecinos ni el servicio de la casa pudieron aportar ningún dato relevante sobre el atentado.

El asesinato ha conmocionado al Gobierno de Jordania, a su clase política y a la diplomacia occidental basada en la ciudad. Es el primer atentado de estas características que se perpetra contra un representante de Estados Unidos. Sin embargo, los servicios secretos jordanos y norteamericanos habían alertado en los últimos meses a las delegaciones extranjeras sobre los peligros de un ataque. La protección habitual de sus sedes se había reforzado, especialmente en las representaciones de Israel y EE UU.

Los temores de los servicios secretos están fundamentados. Durante los pasados meses de marzo y abril fueron detenidos en la ciudad un grupo de diez jordanos que planeaban llevar a término un atentado contra la Embajada norteamericana. Pero además la CIA desveló en verano una información según la cual miembros de la organización de Al Qaeda planeaban secuestrar a un estadounidense en Ammán o atentar contra la familia real, cuando ésta se encontrara navegando por el Mediterráneo en su yate.

Un portavoz de la Casa Blanca se negó ayer a hacer ninguna valoración respecto del asesinato, alegando que era demasiado 'pronto', pero a pesar de ello recalcó que se trataba de un atentado por 'motivos políticos'. Añadió a continuación que las autoridades de Estados Unidos colaborarían estrechamente con las jordanas para descubrir a los autores del acto.

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Por otra parte, el presidente Yasir Arafat decidió ayer aplazar 24 horas la celebración del pleno del Parlamento palestino en el que se debía votar la composición del nuevo Gabinete, que se encuentra vacante desde el pasado 11 de septiembre, cuando se vio obligado a dimitir para eludir una moción de confianza adversa. Arafat alegó como causa del aplazamiento las trabas suscitadas por Israel, que impedían el traslado a Ramala de 13 de los 88 diputados que componen la Cámara.

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