Hay que ir a las causas de los accidentes laborales

Este verano hemos asistido a una triste concentración, en poco tiempo, de accidentes mortales en la construcción. Este hecho ha tenido consecuencias dramáticas en el aspecto humano entre las familias que se han visto afectadas y esto no lo debemos olvidar, es lo primero que se ha de tener en cuenta.

Dicho esto, en mi opinión estos accidentes fueron utilizados erróneamente por los sindicatos para imputar la responsabilidad de los hechos a la precariedad laboral, la subcontratación y las prisas por acabar las obras.

En la Cámara de Contratistas no hemos querido participar en una po...

Este verano hemos asistido a una triste concentración, en poco tiempo, de accidentes mortales en la construcción. Este hecho ha tenido consecuencias dramáticas en el aspecto humano entre las familias que se han visto afectadas y esto no lo debemos olvidar, es lo primero que se ha de tener en cuenta.

Dicho esto, en mi opinión estos accidentes fueron utilizados erróneamente por los sindicatos para imputar la responsabilidad de los hechos a la precariedad laboral, la subcontratación y las prisas por acabar las obras.

En la Cámara de Contratistas no hemos querido participar en una polémica estéril. Lamentamos, no obstante, que se haya atribuido a los empresarios una responsabilidad casi única en el incremento de los accidentes. Parece oportuno citar un reciente artículo de Federico Durán, ex presidente del Consejo Económico y Social (CES) en el que afirma que, ante el incremento de accidentes, 'no valen las respuestas conformistas (hay más crecimiento económico y, por tanto, más accidentes) ni las simplistas (la contratación temporal y la precariedad son la causa de los accidentes)'.

Proponemos que las empresas declaren cómo y a quién subcontratan

Más allá de soluciones simplistas, una vez moderada la presión mediática, estamos en disposición de retomar, con el sosiego imprescindible, una dirección constructiva para abordar esta problemática. Es fundamental profundizar en el estudio de las causas, como afirma el profesor García Benavides, para determinar qué hacer y cómo trabajar para evitar que se repitan estos sucesos. La reducción de los accidentes no se obtendrá con propuestas coyunturales o sesgadas por otros objetivos y requiere un esfuerzo sostenido en el tiempo de todos los agentes implicados.

Me gustaría subrayar que la solución no pasa por medidas como la de los ayuntamientos de Barcelona, Cornellà, El Prat y Sant Feliu de Llobregat, que han pactado con CC OO y UGT unas medidas de supuesto control de seguridad de las obras municipales. Estos acuerdos, además de que parecen cuestionar la capacidad controladora de los técnicos municipales -lo cual no deja ser paradójico-, en el mejor de los casos se diría que están más destinados a contentar a los sindicatos que a introducir mayor seguridad en las obras.

No es cierta la relación, tan repetida en los medios de comunicación, entre subcontratación e incremento de los accidentes. La subcontratación es algo inherente y necesario a la construcción actual, ya que la mayoría de las empresas subcontratan a otras, generalmente especialistas (aire acondicionado, ascensores, electricidad, pintura, etcétera), los diferentes capítulos de una obra.

Lo que sí es necesario es el establecimiento de medidas que aseguren la máxima transparencia en la subcontratación y saber quién es quién en toda la cadena de la obra. No debemos eliminar o limitar (¿hasta dónde?) la subcontratación, ya que no es realista, sino que debemos garantizar la plena coordinación de los subcontratados. Nuestra propuesta para introducir la máxima transparencia dentro de la subcontratación es que las empresas especifiquen al cliente y a la Inspección de Trabajo cómo y a quién subcontratan, de manera que se pueda controlar el proceso de sucesivas subcontrataciones, dando instrumentos para evitar los abusos.

También se ha esgrimido como causa de los accidentes la excesiva temporalidad en el sector. Sin embargo, en la construcción los centros de trabajo son necesariamente temporales y móviles.

Lógicamente, el empleo en la construcción es mayoritariamente temporal y, por eso, una gran mayoría de los trabajadores y operarios trabajan con contrato 'fijo de obra', el contrato por excelencia y específico del sector, pactado en el convenio general estatal por la patronal y los sindicatos CC OO y UGT.

Lo que realmente debemos hacer para frenar la siniestralidad es una política activa de prevención de riesgos. Esta política debe incluir un conjunto articulado de medidas atendiendo a los factores estructurales causantes de los accidentes.

Por ejemplo, ya que el 60% de los accidentes mortales en la construcción tienen su origen en la fase de proyecto y programación de la obra (éste sí es un factor estructural), debería ser obligatoria la existencia del coordinador de seguridad en fase de proyecto en las obras que en su ejecución deban tener coordinador (tal, como por otra parte, ya prevé la directiva europea correspondiente y no fue recogido en nuestra normativa), y en la fase de visado, que los colegios profesionales verifiquen el cumplimiento de las normas del RD 1627/97 en los proyectos de obras.

Orientados por estos factores estructurales (y otros: en la cámara hemos identificado cinco), podremos empezar a adoptar medidas eficaces para la reducción de los accidentes en el sector.

Pero lo que me parece especialmente importante recordar es que la solución no está en una sola de las partes implicadas, sino en el esfuerzo conjunto y coordinado de todos.

Rafael Romero es presidente de la Cámara de Contratistas de Obras de Cataluña.