Información y confusión
He dejado de ver la cadena de televisión pública, y menos sus noticias, desde hace bastante tiempo.
Hace unos días, por razones de trabajo, estuve fuera de España y no tenía más remedio que poner la TVE para seguir lo que acontece en el país donde vivo y trabajo, y con la segunda edición me he topado.
Me tuve que tragar con una sobredosis de 'idolatración' hacia las figuras, que me quedé saciado del síndrome de abstinencia informativa.
La primera noticia, Aznar en un mitin polemizando largo rato con brillantez y destreza con Ibarretxe (unos cuantos minutos).
La segu...
He dejado de ver la cadena de televisión pública, y menos sus noticias, desde hace bastante tiempo.
Hace unos días, por razones de trabajo, estuve fuera de España y no tenía más remedio que poner la TVE para seguir lo que acontece en el país donde vivo y trabajo, y con la segunda edición me he topado.
Me tuve que tragar con una sobredosis de 'idolatración' hacia las figuras, que me quedé saciado del síndrome de abstinencia informativa.
La primera noticia, Aznar en un mitin polemizando largo rato con brillantez y destreza con Ibarretxe (unos cuantos minutos).
La segunda aparición, el señor presidente inaugurando una desaladora de aguas en el Levante (unos cuantos minutos).
La tercera aparición, Aznar visitando las obras de ampliación del puerto de Sagunto (otros cuantos minutos).
Y la cuarta aparición, y ésa sí que era para estar orgulloso de la televisión del presidente: Aznar, con la camiseta y gorra del Kelme, felicitando al equipo ciclista por ganar la Vuelta (otros cuantos minutos).
Yo, que procedo de un país que idolatra hasta la saciedad a las personas, de repente me invade una confusión que me hizo sentirme trasladado en el tiempo y en el sitio.
Dos días después vuelvo a España y me encuentro con lo de la bandera en Colón. ¡Ahí sí que mi confusión se ha disipado y la sensación que me invadió viendo aquel telediario no era una quimera!