La verdad de la ficción y la mentira del documento
Aro Tolbukhin. En la mente del asesino es un documental y también es una película de ficción. Un documental de ficción y una ficción documental. En la película, escrita y dirigida por Agustí Villaronga (Tras el cristal, El mar), Lydia Zimmermann e Isaac P. Racine, trabaja el actor mexicano Daniel Giménez Cacho. 'Un falso documental sobre un verdadero asesino', explica una nota de la película. 'Queremos hablar de ficción y de mentira', afirma Villaronga, 'Sí, Tolbukhin existió, pero todo está muy manipulado. Lo que nos importaba era hablar del lenguaje cinematográfic...
Aro Tolbukhin. En la mente del asesino es un documental y también es una película de ficción. Un documental de ficción y una ficción documental. En la película, escrita y dirigida por Agustí Villaronga (Tras el cristal, El mar), Lydia Zimmermann e Isaac P. Racine, trabaja el actor mexicano Daniel Giménez Cacho. 'Un falso documental sobre un verdadero asesino', explica una nota de la película. 'Queremos hablar de ficción y de mentira', afirma Villaronga, 'Sí, Tolbukhin existió, pero todo está muy manipulado. Lo que nos importaba era hablar del lenguaje cinematográfico, de la convivencia entre el documento y la ficción'.
Aro Tolbukhin mezcla géneros cinematográficos y formatos: vídeo, 35mm en blanco y negro, Super-8. 'La verdad y la mentira están en los ojos que miran. Nosotros jugamos a ese engaño. La película responde a lo que queríamos'. 'Es un cuento', añade Villaronga. 'El cuento de un asesino'.
En 1981 el húngaro Aro Tolbukhin es detenido por quemar vivas a siete personas en la enfermería de la misión del Divino Redentor, en Guatemala. Tras su detención confiesa haber asesinado a cinco mujeres más, de forma igualmente brutal. Todas ellas estaban embarazadas. Tolbukhin fue condenado a muerte en México, pero poco antes de la ejecución es entrevistado por dos documentalistas franceses. Años después un equipo descubre aquellas cintas y Villaronga, Zimmermann y P. Racine reconstruyen la vida del asesino.
'El cine es cada vez más documental', añade Villaronga; 'antes se alimentaba de la literatura, luego de sí mismo, ahora busca la calle'.