De Buenos Aires a Padrón

La Cámara de Santiago de Compostela abrió hace más de un año una oficina de orientación laboral en Buenos Aires (Argentina). Los primeros días vivió una avalancha de consultas, y ahora la visitan argentinos de todo tipo. 'Jóvenes, mayores, con o sin familia...Todo el mundo quiere irse. Hasta los que tienen empleo ven sus ahorros atrapados y desconfían del sistema', dice Fernando Castro, responsable del centro.

La otra cara del proyecto, en el que participan la Xunta de Galicia y el Servicio Galego de Colocación, es virtual. Se trata de una página web (http://santiago.camaranet.com), don...

La Cámara de Santiago de Compostela abrió hace más de un año una oficina de orientación laboral en Buenos Aires (Argentina). Los primeros días vivió una avalancha de consultas, y ahora la visitan argentinos de todo tipo. 'Jóvenes, mayores, con o sin familia...Todo el mundo quiere irse. Hasta los que tienen empleo ven sus ahorros atrapados y desconfían del sistema', dice Fernando Castro, responsable del centro.

La otra cara del proyecto, en el que participan la Xunta de Galicia y el Servicio Galego de Colocación, es virtual. Se trata de una página web (http://santiago.camaranet.com), donde se cruzan ofertas y demandas de empleo. El pasado 31 de julio había 15.437 currículos, y 520 empresas, un 70% gallegas, ofrecían trabajo.

El servicio ha logrado que 30 familias lleguen a España, según sus responsables, porque abundan los perfiles cualificados

Para evitar la desconfianza de los empresarios, en la Cámara comprueban los currículos y someten a los candidatos a tests psicológicos. Luego es el empresario quien elige.

El planteamiento es, según Casal, 'cerrar el círculo de ayuda'. Para algunos empresarios, como José Luis Luna, presidente de Rizzola Cosmetics, ese círculo está aislado: 'El servicio de la Cámara funciona muy bien, pero una vez que decides contratar, no recibes apoyo de ningún tipo por parte de otras instancias oficiales. Los permisos de residencia y trabajo tardan en llegar tanto como si el emigrante viniera por su cuenta, y te exigen una cantidad de documentos que marea'.

Luna calcula que el argentino con el que ha contactado tardará cinco o seis meses en empezar a trabajar. Cuando llegue, cobrará 1.500 euros al mes por coordinar cuatro peluquerías y comercializar, ocasionalmente, sus cosméticos. El único español que se interesó por la oferta pedía 3.600 euros.

El servicio ha conseguido que 30 familias se trasladen a Galicia. Casal explica por qué la cifra es baja: 'Se ofrecen sobre todo economistas y psicólogos, pero se pide personal para los sectores de la construcción, la hostelería y los servicios técnicos'. Castro observa que muchos están dispuestos a aceptar cualquier empleo.

La página web también tiene una sección para quienes desean montar su empresa en Galicia (500 de los solicitantes). Suele tratarse de gallegos de segunda o tercera generación que conservan en esta comunidad inmuebles o terrenos. Hay proyectos en marcha para la construcción de centros geriátricos y de atención infantil, hogares para discapacitados, empresas textiles y hoteles rurales.

Un grupo de consultores de la Fundación Incyde, de formación para el autoempleo, se han desplazado a Buenos Aires, donde darán hasta final de año cursos para 40 de estos emprendedores. Esta ayuda se mantendrá los dos primeros años tras su llegada a Galicia.

José Bernardo Spina, uno de los beneficiarios de los cursos y cuya madre nació en Padrón, instalará una planta de reconstrucción de neumáticos en A Coruña, donde planea trasladarse con su mujer y sus tres hijas. 'Queremos que puedan continuar estudiando en un medio más seguro y justo del que les ha tocado vivir aquí', dice. Para Casal, 'en Galicia tenemos una deuda con ellos. Es importante ayudarles'.